Para bien y para mal es uno de los momentos únicos que se dan en la historia. La guerra va camino a prolongarse, las conversaciones de paz de hoy, irán a consultas y la OTAN ha descartado una política activa que la involucre directamente con fuerzas rusas. Cada día que pasa se complica más la oferta de granos y aceites, el lunes las subas fueron fuertes y pueden continuar. Asegurarse que Putin no use armas nucleares y esperar a que el desgaste de la guerra y la crisis económica en su país lo obliguen a desistir sin darle ningún pretexto para hacer una locura es la estrategia de los países contrarios a la invasión. La guerra podría ir para largo para que la imagen de Putin se desgaste y los problemas domésticos le causen la derrota. Mientras los ucranianos se atrincheran en las ciudades y los soldados rusos avanzan con una larga columna de blindados a la capital. Pero cada día que pasa parece jugarle en su contra y Ucrania parece lejos de desmoronarse en su resistencia.
En ese contexto los granos subieron muy fuerte este lunes. Si el conflicto va para largo, también será larga la ausencia de los granos, por lo menos de Ucrania y se da ya como casi seguro que bajará su producción de maíz que debe sembrarse dentro de un mes. Por otra parte el mercado de aceites que ya venía tremendamente ajustado se ajusta aún más.
Y en el caso de Rusia pesarán las sanciones económicas que justamente buscan asfixiar la entrada de divisas al país y debilitar al rublo, que se fue a 100 por dólar desde 70 previo a la guerra.
“Los Estados Unidos y otros líderes mundiales acordaron aislar a Rusia del sistema financiero SWIFT. Esto detendrá o frenará las exportaciones de cereales de Rusia. Ese paso, y el cierre total de las exportaciones de granos del Mar Negro, hace que los mercados de granos suban considerablemente. El conflicto Rusia/Ucrania se ve por ahora como un enfrentamiento que podría durar semanas o meses y limitar las exportaciones de ambos países. También limitaría la capacidad de plantar un cultivo normal en Ucrania. Juntos, estos problemas están elevando los precios considerablemente”.
“A medida que la guerra se prolonga en Ucrania, las proyecciones del tamaño total de la cosecha para la cosecha de 2022 se reducirán. Se han volado tantos puentes que será difícil obtener semillas, fertilizantes y combustible donde los agricultores los necesitan”, explicó el analista Al Kuis en agricultura.com.
Por un lado los puertos bombardeados, un buque de Cargill impactado por un proyectil ruso, El Mar Negro, por donde sale un tercio del trigo que se comercia en el mundo está fuera de la oferta y la consecuencia es un mercado que subió muy fuerte este lunes en los tres granos de secano y también fuerte en el aceite de soja.
El trigo en Chicago volvió a superar los US$ 340 para la primera posición de Chicago y preocupa el abastecimiento de Egipto y Líbano.
La soja en Uruguay volvió a estar por encima de los US$ 600 y es imposible pronosticar hasta donde puede llegar. Lo mismo pasa con el trigo, pero también con el fertilizante y los combustibles.
Lo que resulta interesante y cada vez más es el potencial de los cultivos, la conjunción de alto precio y alto rendimiento puede darse como nunca. Eso obliga a prestar atención a los mercados que pueden seguir subiendo o bajar abruptamente en caso de que se llegar a algún tipo de acuerdo.
El maíz no estuvo ausente de las subas, también muy fuertes justamente por la importancia de Ucrania en el comercio internacional de este cereal. El maíz se fue a los US$ 270 en la posición mayo de Chicago.
El mercado ha pasado de ser climático a ser geopolítico, de modo que compartimos en esta edición una sugerencia de aspectos a mirar del conflicto: