Aunque se frenó la suba de precios para el gordo, que encuentra su techo en un máximo histórico arriba de US$ 5 por kilo al gancho, en un hecho histórico, la planilla de la Asociación de Consignatarios de Ganado marcó US$ 5 por kilo de carcasa para los novillos especiales de exportación.
El mercado sigue firme, con entradas entre una semana y diez días y productores que van vendiendo en la medida que tienen los ganados prontos, dijo a Conexión Agropecuaria Fernando José de la Peña.
Se semana pasada se concretaron negocios puntuales por novillos especiales de punta en US$ 5,10, pero no es general. El novillo gordo bueno cotiza entre los US$ 4,95 y US$ 5.
En vaca gorda – con abanico más amplio de valores- los negocios van desde los US$ 4,70 a US$ 4,85 para los lotes de punta. Vaca holando gorda buena entre US$ 4,35 y US$ 4,40.
La vaquillona especial ronda los US$ 4,75 y la de carcasa bien pesada alcanza –para abasto o exportación- los US$ 4,90.
Los valores se mantienen similares a la semana anterior y los novillos especiales, que son los que no hay, son los que marcan la diferencia, señaló Pablo Sánchez de Escritorio Walter Hugo Abelenda.
Elizabeth Misa, directora de Frigorífico Las Moras, puso reparos sobre la suba extraordinaria de precios del gordo. “¿Cuál es el objetivo de seguir incrementando los precios? ¿Ver quién cae primero en la industria?”, dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural.
El destaque de los últimos días fue el mercado de reposición, con un valor histórico para el ternero en el remate de Pantalla Uruguay (ver nota aparte). Con las últimas lluvias llegando al norte del país se terminó la sequía y los productores dan señales de optimismo hacia el futuro.
Con un panorama de mayor estabilidad gana firmeza el mercado para los lanares. Con menor oferta los valores tienen flecha verde. Cordero pesado y borregos entorno a US$ 4,20, ovejas US$ 3,75 y capones entre US$ 3,80 y US$ 3,90. No hay tanta exigencia por peso de carcasa.
¿Qué lugar tiene Rusia actualmente para el mercado cárnico local? En 2021 Rusia fue el octavo destino para la carne uruguaya, particularmente para despojos (hígado, lenguas entre otros).
Desde 2019 ha mostrado una tendencia de aumento en sus compras, pero sigue lejos por debajo de los principales compradores.