Primera mirada al 2024

Por Eduardo Blasina

Luego de dos años turbulentos, el 2024 puede ser el año de la estabilidad de los precios ganaderos. El 2022 fue de récord de precios y derrumbe, el 2023 fue de una trabajosa recuperación de precios sobre el final del año. El 2024 apunta a ser un año de precios estables que difícilmente se muevan mucho. Esa es la primera hipótesis de trabajo.

Por un lado los precios muy altos en EEUU deben marcar un piso relativo. Los estadounidenses con un stock muy reducido ratificado en estos días. Una nueva caída de 2% en el stock, la proyección de una leve caída en la producción de carne llevan a que los precios ganaderos y de carne en EEUU sigan muy altos.

Pero como contrapartida Australia y Brasil ponen un techo a cualquier suba porque en un mercado dependiente de China la mantendrán bien abastecida y la economía de China sigue débil hasta nuevo aviso.

De modo que se mantendrá una lógica de precios estables probablemente con un precio de exportación que seguirá en el eje de US$ 4.000 a US$ 4.200 por tonelada.

Las relaciones de reposición se lo pondrán difícil a los invernadores. Con buen pasto y Turquía activa, habrá múltiple competencia en una zafra de volumen reducido. Por otra parte estará la competencia del corral que con precios muy accesibles por los granos, estarán presionando.

Con un  novillo cerca de US$ 3,40 por kilo de carcasa y US$ 1,80 por kilo en pie, la compra de terneros a US$ 2,40 se hará ardua, la relación de reposición en el entorno de 1,30 será más cuesta arriba de lo normal.

Será un año para ver cómo se forma la relación de precios entre lo que se consigue por tonelada exportada y lo que se paga al productor, factiblemente se corrijan los desvíos del año pasado. Por otra parte será un año en el que el mercado interno tendrá un cierto empuje porque los ciclos económicos y electorales coinciden: buenas cosechas, un razonable crecimiento económico y un buen nivel de empleo y salario promoverán las salidas a restaurantes y las parrillas con amigos.

¿Qué puede alterar estos equilibrios? La pregunta queda planteada al lector.

eduardo.blasina@gmail.com

 

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