Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y Bolivia firmaron un documento para defender a la ganadería regional y presentarán una posición conjunta en Naciones Unidas sobre la emisión de gases de efecto invernadero y las inversiones en proteínas alternativas, informó Valor Carne.
Un documento elaborado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), a pedido de las autoridades de la Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y Bolivia, considera a la ganadería como un activo estratégico regional y aborda los cuestionamientos basándose en las últimas evidencias científicas y técnicas, así como en los sistemas productivos de estos países, que aportan casi el 40% de las exportaciones mundiales de carne bovina, informó Valor Carne.
“El trasfondo es evitar que prevalezca una posición sesgada en la Cumbre de Sistemas Alimentarios de Naciones Unidas, que, como surge de las reuniones previas, no tendrá en cuenta esas características”.
El documento fue aprobado por los ministros de Agricultura en la última sesión del Comité Ejecutivo del IICA, y entregado al director general de la FAO, Qu Dongyu, por la ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, Tereza Cristina, el 31 de julio.
“Es necesario considerar las particularidades de las diferentes regiones del mundo en ese debate”, dijo Cristina.
El documento suscrito por los principales países exportadores de carne de América Latina, nucleados en el Consejo Agropecuario del Sur, apunta a defender a la ganadería regional ante la interpelación por sus posibles implicancias sobre el medioambiente y la salud humana, entre otras.
El evento, que se realizará en septiembre, convocará a los actores más importantes del mercado mundial a fin de establecer una agenda global para transformar los modelos con que se producen y consumen alimentos, ante la falta de progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecidos para 2030, entre ellos, “tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático”.
Cambio climático
En este tema en particular, el documento de IICA fundamenta que la errónea atribución a la ganadería de un caudal de emisiones de gases de efecto invernadero equiparable a las del transporte (14% del total) es responsable de “una fuerte mirada negativa al sector”. Sin embargo, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático de ONU calculó, en 2019, que aporta entre 5,5% y 10% de las emisiones totales.
El investigador argentino Ernesto Viglizzo (INTA, Conicet) documentó que las emisiones de los animales resultan más que compensadas por el secuestro de carbono de las tierras en pastoreo, algo que los métodos de medición mundiales no contemplan.
Otros investigadores (Mitloehner, Kebreab y Boccadoro, 2020) señalan que el metano emitido por los animales no impacta en el clima como el dióxido de carbono liberado por la quema de combustibles fósiles, ya que éste permanece cientos de años en la atmósfera, mientras que el de origen bovino, luego de 12 años, es mayormente removido. A esto se suma que los rumiantes, existen desde hace miles de años, por lo que parte de los gases ya estaban presentes al momento de la primera revolución industrial, que marca el inicio del calentamiento global, o sea, que son preexistentes a la problemática.
En base a Valor Carne, IICA