Por Eduardo Blasina
La valorización de la carne uruguaya, sea por la circunstancia que sea, ha movido las referencias de precios de exportación, y de allí al gordo. El precio del novillo gordo se ubicó por encima de los US$ 4 por kilo carcasa al empezar junio 2021 y ha transitado por encima de esa referencia durante 30 semanas.
En el medio resistió a un paro que trancaba la faena y a sequía y a productores que querían vender lo más posible porque estos precios son «para encuadrar». Lejos van quedando los tiempos en los que aumentar la faena por encima de 50 mil vacunos podía castigar el precio. La locomotora y los vagones van sin sobresaltos.
En 2019 ya ocurrió una permanencia similar, que será superada ahora al comenzar el 2022. La epidemia de los cerdos en China generó aquel auge, el Covid lo apagó, y ahora, si no viene otra pandemia, no se ve claro que puede interrumpir estos precios. Particularmente si somos climáticamente inteligentes, sensibles, y tomamos acciones concretas, el novillo resistiendo por encima de US$ 4 podría sostenerse. Aun con más competencia de Brasil y Australia.
El cerebro humano está siempre abierto a ser impresionado por los números «redondos», un 10 a 0 es mucho más que un nueve, el año 1000 y 2000 convocaron a profecías apocalípticas y un novillo por encima de 4 por kilo de carcasa o un ternero por encima de US$ 2 en pie, o US$ 400 por cabeza son señales fuertes.
Puestos a apostar un asado a mitad de 2022, se puede apostar unas fichas a que el novillo se sostiene por encima de US$ 4, la faena sigue intensa y si La Niña se va, los criadores sienten más directamente la fuerza de la locomotora exportadora.
Si el novillo se sostiene cinco meses más cumplirá un año entero por encima de US$ 4. Tamaña señal.
¿Cuáles serían los cisnes negros que lo puedan impedir?
- Por supuesto el Covid sigue siendo una enorme amenaza. Seguirá mutando, los antivacunas seguirán teniendo argumentos para dudar de las vacunas, la situación social en distintos lugares puede tensarse.
- China, para que el novillo caiga tiene que caer China ¿puede eso suceder? Hay que seguir la crisis del sector inmobiliario por un lado y la geopolítica por otro, ¿podría ocurrir una guerra lisa y llana en Taiwan? Eso bien podría ser una Tercera Guerra Mundial y por lo tanto parece un escenario que debe tomarse con escepticismo. Pero es otra línea de noticias que debe seguirse con atención.
- También hay dos conflictos de gran escala más probables que el anterior en 2022: Irán/Israel, por el avance gradual de los iraníes a tener armas atómicas, algo que Israel no está dispuesto a admitir. Y Rusia/Ucrania, tal vez el sueño de toda la vida de Vladirmir Putin, devolver a Rusia la mayor parte del imperio soviético. Pero ninguno de estos dos, aunque lo altere todo, tiene porque alterar el comercio de carnes. Probablemente si subiría costos de energía y fertilizantes.
- La economía global se frena por alta inflación y suba de tasas, los gobiernos actúan para bajar la «inflación de los alimentos» o a los chinos se les antoja pagar mucho menos por la carne. El factor inflación de los alimentos debe ser seguido de cerca.
Aún así, mi apuesta personal es que el novillo arriba de US$ 4, resiste y llega al año de persistencia. Y eso seguirá acelerando la revolución silenciosa que la ganadería ha transitado en 2021.