Una decisión que fortalecerá la demanda por maíz fue tomada este lunes por parte del gobierno de EEUU. Como parte de un esfuerzo por «restablecer y fortalecer» el Estándar de Combustible Renovable (RFS), la EPA estableció el mandato de etanol de maíz en su nivel más alto, 15,250 millones de galones, para este año. El etanol es más barato que la gasolina en la actualidad, por lo que los partidarios de los biocombustibles dijeron que los consumidores se beneficiarían en el surtidor de combustible con más etanol en el suministro de gasolina.
“En la EPA, nos enfocamos con precisión en brindar más opciones para los consumidores en las gasolineras, y hoy estamos tomando medidas para aumentar la disponibilidad de biocombustibles de cosecha propia”, dijo el viernes el administrador Michael Regan. “Las acciones de hoy ayudarán a reducir nuestra dependencia del petróleo y volverán a encarrilar el programa RFS después de años de desafíos y mala gestión”.
Los grupos comerciales de cultivadores de maíz y fabricantes de etanol aplaudieron el anuncio de la EPA. “Por fin, el RFS se está volviendo a poner en marcha”, dijo Geoff Cooper, director ejecutivo de la Asociación de Combustibles Renovables. El Instituto Americano del Petróleo, hablando en nombre de la industria petrolera, dijo que el RFS era demasiado alto: “Los volúmenes finales de 2022 superan las propias estimaciones de la EPA de lo que el mercado puede absorber y es probable que ejerzan presiones adicionales sobre las refinerías que ya están funcionando a toda velocidad para seguir el ritmo de la demanda”.
Con 15,250 millones de galones, el etanol de maíz proporcionaría la mayor parte de los 20,880 millones de galones en el RFS para este año. Los 15,250 millones de galones incluían una «obligación suplementaria» de 250 millones de galones para satisfacer en parte una decisión de la corte de apelaciones de 2017 de aumentar el uso de etanol. La EPA dijo que pondría una segunda obligación suplementaria de 250 millones de galones en el RFS de 2023. Un decreto de consentimiento propuesto requeriría que la agencia proponga el RFS para 2023, el primer año en el que la EPA tiene vía libre para redactar el reglamento, a mediados de septiembre y lo finalice antes del 23 de abril de 2023.