Mayo y junio fueron meses prometedores para los restaurantes de carnes en EEUU. Con la llegada del verano y el descenso de los contagios que permitió aliviar restricciones, las mesas empezaron a ocuparse. Pero después de un pico de recuperación a principios de julio, la actividad empezó a caer por la propagación de la variante Delta y los precios de los proveedores continuaron incrementándose.
En el último trimestre el precio de la carne vacuna aumentó 11,6% según uno de los principales proveedores del mercado, Tyson Foods.
Los precios al por mayor de la carne bovina fueron en julio 40% más altos en promedio que en julio 2020, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU citados por Reuters.
La demanda de los supermercados creció en el último año, mientras que se contrajo la de los restaurantes, cuya actividad se transformó totalmente como consecuencia de la pandemia.
Cuando se recuperó la demanda de los restaurantes, los frigoríficos tuvieron dificultades para cumplir plenamente con los pedidos, una cadena en la que también influye la vacunación. Tyson Foods, exige que sus empleados estén vacunados contra la Covid-19 y esto ha dificultado la búsqueda de trabajadores, consigna la agencia AP.
Mercado transformado
Los asadores (steakhouse) “premium” dependen de un mercado que desapareció durante la emergencia sanitaria: ejecutivos y turistas de algo gasto. Las comidas en restaurantes fueron reemplazadas por los pedidos a domicilio, una práctica que dejó en desventaja a los restaurantes más lujosos, donde la experiencia es tan importante como la calidad de la comida.
Cuando las restricciones comenzaron a ser levantadas en EEUU, en slos salones interiores se mantuvieron aforos limitados, achicando los márgenes. La recuperación que el verano insinuó, hasta principios de julio, no fue suficiente para equilibrar las cuentas de un sector duramente golpeado, según el consultor Malcolm Knapp.
«No obtuvimos el impulso que esperábamos antes de que llegara el impacto de la variante Delta», dijo Knapp, citado por Reuters.
El sector de parrilladas de alta gama es visto como un indicador de la plena actividad económica, y mueve alrededor de US$ 5.000 millones anualmente en EEUU.