La demanda por carne vacuna se está desacelerando en los hogares chinos aunque los precios han bajado 18,5% en el último año, afirmó el analista del Ministerio de Agricultura chino, Yang Chun, citado por la agencia Bloomberg.
El funcionario afirmó que distribuidores han informado de una caída significativa de los pedidos desde comercios minoristas a partir de agosto y que las reservas congeladas de carne siguen siendo elevadas.
Los precios al por mayor han caído desde un promedio de US$ 10,30 por kilo el año pasado a US$ 8,53 en junio, un mínimo en los últimos 5 años.
Gran parte de la industria ganadera, que había aumentado su producción a 7,5 millones de toneladas, ahora genera pérdidas “y podría convertirse cada vez más en una carga para el erario público después de que el Ministerio de Agricultura instara a las autoridades locales a proporcionar subsidios y forraje a los productores ganaderos”.
Podría haber más carne disponible si los precios más bajos obligaran a los ganaderos a reducir sus pérdidas y faenar más ganado. El envío a faena en el sector lácteo, que también está teniendo malos resultados, están exacerbando el exceso de oferta, dijo Chan.
La seguridad alimentaria es un tema candente para el gobierno, que ha buscado promover la autosuficiencia en mercados clave, incluido el de la carne vacuna.
El USDA actualmente pronostica un aumento del 2,3% en la producción este año, frente a un crecimiento de la demanda de sólo el 0,4%, aunque la brecha podría resultar más amplia dado el empeoramiento de las condiciones de la industria.
Ahora el desafío es mantener la solvencia de los agricultores, estabilizar la producción y capear un período de pérdidas, una tarea que se ha vuelto más complicada para la industria debido a una avalancha de carne procedente del extranjero.
Las importaciones de carne vacuna de China aumentaron 23% en los primeros cinco meses del año, en un momento en que Pekín se dedicó a conceder más acceso al mercado a otros países.