Las exportaciones de lana de Uruguay en el primer trimestre subieron levemente en volumen respecto a las del año pasado –las más bajas de la historia- pero bajaron en ingresos. China, se consolidó como el principal comprador con una participación de más del 40% del total.
En los primeros tres meses del año se exportaron 6.228 toneladas de lana, un 13% más que las 5.506 del año pasado en pleno desplome como consecuencia de una fuerte retracción de la demanda fundamentalmente de China, a raíz de la pandemia.
China aumentó sus compras un 10% a 2.546 toneladas, pero bajó los precios y fue el principal comprador. Seguido de Italia con 861 toneladas –el doble que en el primer trimestre del año pasado- y Alemania con 493 toneladas según los datos de la Dirección Nacional de Aduanas.
Las ventas de tops, que en 2020 se redujeron a la mitad respecto a 2019 -pasando de US$ 106 millones a US$ 53 millones en 2020 por algo menos de 6.600 toneladas- en el primer trimestre del año volvieron a bajar y se encuentran en niveles mínimos. El volumen colocado bajó 1% a 2.428 toneladas, pero el ingreso en dólares por ventas se desplomó un 18% a US$ 18 millones.
Las exportaciones de lana sucia fueron las principales alcanzaron las 3.705 toneladas por un total de US$ 23 millones, un aumento de 29% en volumen y de 19% en divisas respecto al primer trimestre de 2020.
El mercado local está muy cauteloso y en el primer trimestre se han registrado negocios fundamentalmente en lanas finas. Las lanas que hay en stock –de hace dos zafras- salen a cuenta gotas porque no hay negocios fluidos. El interés está en lanas finas y súper finas hasta 21 micras y muy poco entre 21 y 22 micras.
Por lanas finas, hay un abanico muy amplio de precios y las que se despegan son las lanas certificadas RWS u orgánicas por las que se han concretado negocios en el eje de los US$ 7,50 a US$ 7,80 por kilo base limpia hasta US$ 8,50 en el caso de las más finas. En la última semana no se realizaron operaciones.