El gobierno de Brasil va a atender el pedido de asociaciones de productores y pedirá al gobierno chino una renegociación del protocolo sanitario vigente desde 2015 para las exportaciones de carne.
Referentes de la cadena cárnica dijeron en las últimas semanas que no se justifica suspender en forma automática los embarques de todo el país cuando ocurre un caso atípico de vaca loca, como el denunciado el 22 de febrero en el estado de Pará.
Una alternativa sería colocar bajo embargo la carne procedente del Estado o de la región donde fuera registrado un caso de la enfermedad, indicó Carlos Ernesto Agustín, asesor del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA) a la agencia Reuters.
En 2015, cuando se firmó el protocolo actual, incluir este punto fue considerado necesario para abrir el mercado chino a la carne brasileña. Un caso atípico de la enfermedad ocurrido en 2012 en el estado de Mato Grosso había cerrado las puertas a la carne brasileña en varios mercados.
Otros episodios ocurrieron en 2019 y 2021, todos atípicos. El país nunca registró casos clásicos de vaca loca, que pueden ser altamente contagiosos. Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) Brasil es considerado un país de riesgo insignificante para la transmisión de la enfermedad, un argumento que será usado para plantear la flexibilización del protocolo.