Aunque el indicador IME perdió 4 centavos respecto a la semana anterior –cerró a US$ 10,30 el kilo base limpia-, el mercado percibe no solo una estabilidad mucho mayor a la de mediados 2021, en el comienzo de la actual zafra, sino que las proyecciones de Australian Wool Exchange (AWEX) apuntan a un aumento de 16% en la facturación de las subastas de lana, para sumar US$ 2.246 millones al cabo de la zafra 2021/2022.
Aproximadamente el 92% de los ingresos por exportaciones de US$ 1.744 millones generadas hasta febrero provienen de la exportación de cuatro países: China, India, República Checa e Italia.
Los operadores internacionales consideran que los efectos del covid ya fueron superados a nivel de la demanda de lana, aunque persisten las distorsiones logísticas. La invasión de Rusia a Ucrania y su impacto en la volatilidad de las monedas y en la cautela en los mercados europeos es el nuevo elemento a considerar.
Se entiende que hay una fuerte demanda subyacente por lana que las luces amarillas mantienen latente.
En el mercado uruguayo, en el caso de las lanas medias y gruesas los negocios que se siguen concretando son puntuales y están en el eje de los U$S 1,50 para las 28 micras, con variaciones que dependen de volúmenes y plazos. Los actores locales observan una evolución gradual de las condiciones del mercado.
La cotización de la lana de 28 micras en Australia, base limpia, está al día de hoy en US$ 3, un valor 21,5% inferior al de julio 2021.