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noviembre 21, 2024

Altos precios de las materias primas deben persistir en 2022, pero es temprano para saber si irán más allá

Aldo Lema, director de Vixión Consultores en diálogo con Eduardo Blasina, durante el programa Tiempo de Cambio compartió su visión sobre los altos precios de las materias primas, su persistencia y el impacto que pueden tener sobre la economía de Uruguay

¿Estamos ante un nuevo super ciclo de materias primas?

Es difícil definir que sea un super ciclo, esto dependerá de la magnitud que tenga la suba y de la persistencia de los altos precios.

Lo que si se puede concluir es que efectivamente hubo factores a partir de marzo que permitían predecir el alza de los precios. Uno es la recuperación del crecimiento, el mundo va a crecer entre 6 y 6,5%, una tasa que no veíamos desde los años 60. China va a crecer probablemente más de 9% y Estados Unidos más de 6%. En ambos casos terminan muy por encima de 2019.

Otro de los factores detrás del alza de precios es la debilidad global del dólar: el crecimiento económico más fuerte viene de un área no dólar -es decir de China- lo que tiende a debilitar la moneda y subir los precios en dólares a nivel global.

Este es el séptimo episodio de fuerte suba de precios en los últimos 200 años, entre ellos en la salida de la crisis anterior. En todos estos casos los precios se multiplicaron entre tres y cuatro veces.

Actualmente, aún no llevamos un ritmo tan fuerte, pero si es cierto que los precios se han duplicado en metales y en granos, se han cuadruplicado en el caso de la madera, la celulosa ha aumentado un 60%. Mientras que la carne o la lana han tenido subas menores pero están empezando a recoger esos aumentos.

Si uno limitara el análisis a la magnitud del alza diríamos que estamos en un super ciclo. Pero respecto a la extensión aun hay incertidumbre. La pregunta es si va a persistir para que pueda considerarse un super ciclo.

Si bien se han producido alzas nominales de los comodities, en términos reales se mantiene una tendencia de ajuste a la baja.

De los seis ciclos anteriores todos se revirtieron, más temprano o más tarde. Por lo tanto tenemos una mirada optimista de corto plazo, pero hay que ser cautelosos en el largo plazo.

¿Qué factores pueden hacer retroceder a los super ciclos de precios?

En primer lugar, que la economía mundial vuelva a un crecimiento mediocre de 3% luego del rebote de 6%. Habrá una cierta bonanza, un cierto auge cuando el virus se vaya controlando: como es el caso de Israel, EEUU y el Reino Unido. Eso nos asemeja a los locos años 20 cuando hubo un rebote muy fuerte en la demanda -consumo- que estaba reprimida de años anteriores.

El segundo factor es que el dólar vuelva a fortalecerse, lo que suele ocurrir cuando las tasas de interés suben y se retiren los estímulos y generan una restricción. Pero la FED nos avisa que eso no pasa en 2021 y  2022, las tasas podrían subir en 2023.

Vamos a tener precios altos mientras la inflación no sea una problema en EEUU, si la inflación sube será un problema. Un desempleo bajo persistente llevará a que los salarios se disparen y se dispare la inflación, es un escenario probable en 2023 o 2024.

El otro factor a enfatizar es como sale China de esta crisis. China venía en una expansión fiscal y de créditos muy fuerte para salir de la crisis de 2008 hasta que en 2015 hubo una depreciación del yuan. En esta crisis China ha sido mucho más prudente, lo que nos da un tono mucho más optimista respecto a la persistencia de los altos precios.

La perspectiva para Uruguay

El impacto es claramente positivo. El sector agropecuario y forestal están teniendo un dinamismo que no veíamos en una década. En la medida que logramos inmunidad y que los sectores mas golpeados como el turístico se recuperen nos incorporaremos al ciclo favorable.

Este año el crecimiento debería estar entre 3 y 3,5%, todavía muy afectado por el sector comercio y turismo mientras agro y forestación crecen fuerte. El crecimiento en 2022 debería estar por encima del esperado para 2021, lo que pase en 2023 y 2024 todavía no puede saberse.

La inflación: el desafío más grande

La inflación entró en el rango meta, pero terminó la etapa fácil, ahora viene la etapa difícil. Lograr a través de la política salarial y monetaria mantener la tendencia, convencer a los agentes económicos que la política va rumbo al 3% como ha planteado el Banco Central.

En el corto plazo todavía hay factores que llevan a que la inflación esté controlada cerca del 7% techo del rango, pero empiezan a aparecer factores complejos porque Uruguay está empezando a tener inflación en dólares, es decir que los precios que exportamos son precios que están subiendo en dólares y productos que importamos como el petróleo, fertilizantes y otros productos están aumentando en dólares, eso significa que si bien nuestro tipo de cambio está estable en términos nominales, ahora tenemos un envión de suba de precios y eso nos da un impulso muy positivo pero genera inflación en dólares. Estamos en una situación en la que el atraso cambiario desapareció por la suba de precios.

El concepto de tipo de cambio es una combinación de costos internos y precios externos, en el corto plazo el alza de precios resuelve el problema pero en 2023 si bajan los precios internacionales pueden quedar en una situación desbalanceada, por lo que contener costos sigue siendo altamente importante.

Tener inflación baja y estable podría permitir que en un ciclo a futuro donde se reviertan los altos precios, el tipo de cambio pueda subir con más potencia, a diferencia de lo ocurrido en 2015 y 2016. Eso es lo desafiante para las autoridades, aquellos elementos relacionados con extender lo más posible el efecto del ciclo de precios altos y que los costos no entren en una dinámica que lleve a que el atraso cambiario se vuelva un problema más adelante.

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