El 2021 ha sido un gran año para el sector ganadero australiano. Después de dos años consecutivos de sequía, las lluvias cambiaron la cara a la ganadería, con una destacada recomposición forrajera y altos precios tanto para el ganado gordo como para la reposición, destacó Meat and Livestock Australia (MLA), en un análisis del sector en 2021.
El Indicador de ganado joven del Este fue rompiendo semanalmente récord tras récord. Hay una fuerte demanda por reposición, en particular para el campo, superando los valores pagados por los corrales de engorde.
También el indicador de ganado joven del oeste ha registrado fuertes subas, así como los valores de las hembras, en un escenario de mínima oferta con productores reteniendo para la cría.
Ha sido también un año destacado para los corrales australianos. Por 15 trimestres consecutivos se registraron más de 1 millón de cabezas en encierros y, como resultado, más del 50% de la carne vacuna consumida en el país y el 50% de la producción total era alimentada a granos.
Para 2022 MLA ve a la industria cárnica en un escenario de firmeza, pero con desafíos logísticos que persistirán a lo largo del año. “A nivel mundial, los costos de flete y la logística de envío son una dificultad. Los precios del envío han aumentado considerablemente y el acceso a barcos y contenedores está resultando difícil, aunque no es un problema exclusivo de Australia. Seguir sacando productos de Australia seguirá siendo difícil en 2022. Los problemas de transporte también dificultan que los productores obtengan insumos clave como suplementos alimenticios, fertilizantes y combustible”, señaló MLA.