Las lluvias generalizadas desde febrero han alimentado la posibilidad de que el rodeo vacuno australiano ingrese a una fase de reconstrucción por primera vez en tres años, según la actualización de abril de las previsiones de la industria ganadera de Meat & Livestock Australia (MLA).
El buen pronóstico de lluvias llevó al MLA a proyectar una faena de 6,9 millones de animales en 2020, casi 20% menor que en 2019. En cuanto a las exportaciones de carne vacuna, en medio de la emergencia sanitaria por Covid-19, MLA pronostica que alcanzarán las 990.000 toneladas un 20% más que el año pasado.
‘El impacto de Covid-19 en la industria de la carne es imposible de predecir, pero es probable que incluya una recesión económica australiana y global, una reducción significativa en la demanda de servicios de alimentos y una menor demanda de cortes de carne de mayor valor’, dijo Adam Cheetam, analista senior de MLA.
‘China parece estar saliendo de su cierre de COVID-19, con una fuerte demanda de importación de carne que comienza a regresar. Sin embargo, la crisis se ha intensificado en el resto del mundo y continuará interrumpiendo las cadenas de suministro y el consumo de carne roja australiana en todo el mundo en los próximos meses’, explicó.
La incertidumbre respecto a la demanda global de proteínas ejerció una presión a la baja en los precios del ganado en las últimas semanas en Australia, luego de que aumentaran a niveles récord en todas las categorías en marzo debido a las mejores condiciones estacionales.