El Grupo Lequio, propietario del frigorífico Florida, compró en Argentina el frigorífico Black Bamboo al grupo Foresun, una de las compañías chinas propietaria del frigorífico Lorsinal en Uruguay, actualmente cerrado y con dificultades para cumplir con los compromisos financieros contraídos previo a su cese en enero de 2023, principalmente deudas por compras de ganado.
Sin dar a conocer el monto de la operación por cuestiones de confidencialidad, Leonardo Lequio, presidente del grupo, dijo a La Nación que compraron el paquete accionario de la sociedad del fondo chino “donde gran parte del precio se pagó tomando la deuda que tenía el frigorífico que estaba bastante complicado”.
“Llevó varias semanas. Decidimos hacerlo porque enfocamos nuestro negocio en una empresa que tiene el mismo perfil de producción que las otras plantas nuestras en Santa Rosa, La Pampa [Carnes Pampeanas], y en Oro Verde, en Paraná [Frigorífico Alberdi]. También tenemos una planta en Uruguay que se llama Florida. Hoy ya estamos tomando el control y empezando a operar la planta. Surgió la oportunidad de la negociación con el grupo chino que estaba queriendo salir y con algunos problemas y lo encaramos”, dijo Lequio al diario argentino.
Matías Ferrari, presidente de Black Bamboo, dijo a La Nación que “el gobierno anterior (de Alberto Fernández) fue un claro generador de dificultades y trabas para la producción y el crecimiento de la industria frigorífica”.
El grupo chino pagó US$ 75 millones a Marfrig por el frigorífico en 2016 y hasta el año 2022 lo puso en valor realizando inversiones significativas en la ampliación de infraestructura, en procesos y en la organización.
Antes de los cupos a la exportación de carne vacuna y la prohibición de exportar los siete cortes que implementó en su momento el gobierno de Alberto Fernández, el frigorífico venía exportando unas 1.100 toneladas por mes, no solo a China, sino también a Israel, además de algo de cuota Hilton y a Estados Unidos, estos dos últimos fuera del cupo.
Asimismo procesaban para el mercado interno. Tenía unos 600 empleados directos y más de 120 indirectos que le daba empuje al pueblo. “Nos pega de lleno y hace peligrar la fuente de trabajo. Veníamos complicados de antes por la brecha cambiaria y por los derechos de exportación y este es un golpe mortal para muchos frigoríficos. El 50% de las familias que viven en Hughes dependen directamente de la empresa”, decía un director de la empresa en ese momento.
“Deja un sabor amargo a los inversores extranjeros que invirtieron en el país y se fueron con las manos vacías. Es un claro ejemplo de un maltrato al inversor extranjero y a todos los que quisimos producir, exportar y generar más fuentes de trabajo. No tengo dudas que el nuevo accionista tiene el compromiso y la oportunidad para que el frigorífico vuelva a lograr su máximo potencial de producción y que el actual Gobierno, las autoridades de la provincia y la comuna lo acompañen”, dijo Ferrari.
El grupo Foresun opera bajo el paraguas de Sundiro Holding, propietario en Uruguay del Frigorífico Rosario (Rondatel), la otra planta de capitales chinos que cerró en los últimos meses y que mantiene negociaciones para saldar deudas con sus proveedores.
Representantes de Lorsinal-Rondatel trabajan junto a bancos de plaza para viabilizar el ingreso de fondos desde China para hacer frente a los pagos con sus acreedores, informó esta semana Monitor Ganadero.
Desde el grupo chino se indicó que, por la normativa local, hay dificultades para el envío de dinero a Uruguay por la documentación sobre el origen de los fondos. En la reunión se acordó trabajar junto a las entidades financieras y el Banco Central.
Según Monitor Ganadero, un abogado ya habría presentado el concurso necesario de Lorsinal-Rondatel por parte de dos consignatarios. En uno de ellos el pedido de concurso se suspendió, pero ahora se levantó esa suspensión.