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noviembre 21, 2024

El 2023 ganadero, menos faena y más incertidumbre

El año termina con tres líneas de preocupación. Por un lado el precio internacional se ha caído, de la mano del freno de China y es imposible pronosticar nada sobre China, ya que no hay información suficiente como para saber cuando la economía puede recuperarse, cuando la pandemia puede ceder, cuando una vida normal puede retornar.

La segunda línea de preocupación es interna. El dólar sigue desplomándose a niveles que no tenía desde hace años. En términos reales puede argumentarse que nunca hubo un peso uruguayo tan fuerte como el actual. Tal vez en este caso se trate de una situación pasajera, una vez que pase la oleada de la llegada del turismo y una vez que la inflación de Uruguay se acerque a las metas del Banco Central haya una reversión d de una tendencia que se ha vuelto muy peligrosa.  Es necesario que el desfasaje entre dólar e inflación sea transitorio porque el nivel de precios de carne, lácteos y de algunos granos hace inviable sostener esa tendencia.

El tercer riesgo es el climático. Está elevado pero no se debería exagerar su importancia. Aun para quienes estamos convencidos de que el calentamiento global es altamente peligroso, cabe argumentar que el agro uruguayo está suficientemente preparado para sobrellevar un verano difícil. Hay una provisión de fardos abundante, hay una rutina de uso de raciones y hay apoyo del Estado para soportar una situación de emergencia. La Niña ya se está yendo aunque posiblemente enero será un mes muy difícil.

Mientras las proyecciones de precios dependen de variables en China que no son pronosticables, otras características de la ganadería en 2023 si son más factibles de prever. Si la sequía se interrumpe entre febrero y abril, la faena caerá a un rango entre 2,2 y 2,3 millones. Hay menos novillos en stock y menos intensidad en el uso de grano.

Una vez que China vuelva a la normalidad y el clima vuelva a los 1,200 mm por año de cuando no hay Niña, habrá otra ganadería, ojalá sea en 2024. Y probablemente esa normalización ansiada pueda ya ser vista en 2023.

 

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