El fortalecimiento del dólar arrastró al Indicador de Mercados del Este (IME) por debajo de los 8 dólares en contraste con el precio en moneda australiana que subió casi 3% esta semana.
El IME cerró la semana pasada 1,6% a la baja en dólares, a US$ 7,94 por kilo base limpia tras perder 13 centavos.
En moneda local subió 2,9% y ganó 36 centavos para cerrar en AU¢ 1271 con flechas hacia arriba en todas las categorías por primera vez en tres meses.
El cambio de tendencia, adjudicado a la mayor demanda de los compradores habituales, fue bien recibido por el sector vendedor. Se mantiene la cautela por la volatilidad de los precios y del tipo de cambio.
La demanda fue muy fluida y activa. En la primera jornada vendió el 96% de la oferta de 15.042 fardos, el mayor porcentaje de ventas en los últimos 12 meses. En la segunda jornada creció el volumen ofertado y se mantuvo el interés sostenido con un alto índice de ventas por encima de 94%.
Para esta semana se espera que ingresen menores volúmenes de lana al mercado debido a la interrupción en el suministro provocada por las inundaciones que están ocurriendo en muchas regiones productoras de lana.
Con el dólar en Uruguay en una trayectoria diferente al dólar australiano, que bajó 2,5% en una semana y está en sus menores niveles en 20 años, el mercado local pierde competitividad. La economía internacional sigue debilitando el consumo y las presiones inflacionarias afectan directamente a la industria textil y lanera.
Los precios internacionales que reciben los productores uruguayos están cada vez más lejos de sus pretensiones.
La lana peinada ha sostenido los volúmenes y la firmeza de la facturación por exportaciones de lana en 2021. Aumentó 23,5% en dólares al tiempo que la lana sucia cayó 30%, de US$ 32 a US$ 23 millones y bajo 15% en toneladas.
Los montos por lana lavada cayeron casi 20% y los volúmenes 11%, dando cuenta de la pérdida de valor.