El puerto de Shanghai está funcionando a un 25% de su capacidad operativa como consecuencia de los confinamientos impuestos por el Covid-19 en la ciudad.
Operadores locales de comercio exterior expresaron preocupación por la situación en la principal terminal portuaria del mundo, que lejos de mejorar continúa agravándose.
Los contenedores que son descargados van a depósitos y luego son testeados para Covid-19, retrasándose su distribución interna por la escasez de personal, generando atascos logísticos en toda la industria alimentaria.
En abril las ventas de carne vacuna a China sumaron US$ 251 millones, el 60% del total exportado.
«La descarga de contenedores está funcionando. El problema real es la logística fuera del puerto, hacer que los camiones y los conductores recojan el producto», dijeron a Reuters fuentes de la industria.
Hay menos camiones refrigerados disponibles debido a los requisitos especiales de licencia, las cuarentenas y los impedimentos para que los conductores acudan a trabajar.
Las importaciones de carne vacuna a Shanghai cayeron un 23% interanual en marzo, mientras que las importaciones generales de carne de cerdo cayeron un 70% en los dos últimos meses y podrían llegar a reducirse en un 30% durante 2022 debido a problemas logísticos, según Rabobank.
Los exportadores brasileños cancelaron envíos y dejaron de reservar nuevos cargamentos, dijo una fuente a Reuters, mientras que el exportador estadounidense Tyson Foods desvió los envíos de carne a otros mercados hasta que la situación mejore.