Se instala un ritmo de una lluvia semanal, más relevantes en el oeste que en el este del país. Tras la lluvia de este 1 de agosto, llegan otras una semana después, entre el 7 y el 10 de agosto, ya probablemente con incidencia sobre el rebrote de primavera. Un rebrote que ya se anuncia en un reverdecimiento en la zona norte del país y en los mejoramientos forrajeros.
Esas lluvias cobran importancia porque todavía hay riesgo de pocas lluvias en la primavera dado el enfriamiento en el Océano Pacífico. Agosto por ahora tiene una perspectiva de lluvias suficientes para la ganadería en el Oeste, excesivas para la agricultura de invierno y también insuficientes en el Este, especialmente para el arroz. La temperatura en el Pacífico ha bajado marcadamente en las últimas dos semanas.