El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que investigará a las principales industrias frigoríficas del país, señalando que están “aumentando el precio de la carne vacuna mediante colusión ilícita, fijación de precios y manipulación de precios”.
Trump anunció el fin de semana en redes sociales que había ordenado al Departamento de Justicia iniciar de inmediato la investigación, que se centrará en las cuatro principales empresas procesadoras de carne: JBS, Cargill, Tyson Foods y National Beef, que, según el gobierno, controlan el 85 % del mercado.
“Durante demasiado tiempo, un puñado de gigantescas empresas empacadoras de carne han exprimido a los productores de ganado estadounidenses, reducido los rebaños y disparado los precios de la carne de res en los supermercados”, señala un comunicado de la Casa Blanca.
“Al examinar si estas empresas han violado las leyes antimonopolio mediante la fijación coordinada de precios o restricciones de capacidad, esta investigación erradicará cualquier colusión ilegal, restablecerá la competencia leal y protegerá nuestra seguridad alimentaria.”
El stock de ganado vacuno de EEUU cayó 0,6 % en 2025 con respecto al año anterior, situándose en 86,7 millones de cabezas, el nivel más bajo desde 1951 y la sexta caída anual consecutiva. Desde 2019 el stock acumula una baja de 8,5 %. Esto ha disparado los precios de la carne a máximos históricos este año, ante el fuerte desajuste entre oferta y demanda.
Las industrias estadounidenses han registrado fuertes pérdidas durante la mayor parte del año, mientras que los precios del ganado se han disparado.
El presidente Trump ha estado bajo presión del sector ganadero estadounidense en los últimos tiempos, tras anunciar planes para importar carne de res de Argentina con el fin de reducir los precios. La principal asociación del sector, la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne, afirmó que estaba perjudicando a los ganaderos en ese momento.