Los importadores chinos de carne vacuna dijeron este lunes a la agencia Reuters que la suspensión de las exportaciones de Brasil, su principal proveedor, debido a dos casos de enfermedad atípica de las vacas locas, no tuvo un impacto inmediato en el mercado.
«Todavía estamos comprando, las fábricas necesitan mantener sus existencias», dijo Grace Gao, gerente general del importador Goldrich International, en Dalian.
Brasil exporta el 40% de la carne que China compra, y sus certificaciones de exportación están suspendidas por un plazo indeterminado a partir del sábado 4 de setiembre. Según el gerente del gerente del grupo brasileño Marfrig en Uruguay, la suspensión podría ser levantada en dos semanas.
Además, afirmó que el stock de carne cargado y en tránsito, certificado previo a la suspensión del sábado 4, está en condiciones de ser exportado y constituye un buen respaldo.
En China los precios no se habían modificado hasta este este lunes y algunos importadores aún estaban buscando ofertas, afirma Reuters, anticipando una rápida reanudación del comercio.
Se considera que las vacas locas «atípicas» tienen un riesgo menor que la forma clásica de la enfermedad, ya que se presentan de forma natural y solo esporádicamente en el ganado de mayor edad.
Brasil suspendió previamente las exportaciones durante 10 días en 2019 después de informar un caso ‘atípico’.
«Asumo que el gobierno chino no prohibirá las importaciones», dijo Pan Chenjun, analista senior de Rabobank, aduciendo que Brasil es demasiado importante.
La autoridad aduanera de China no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios, por parte de la agencia.
Brasil ha enviado más de 500.000 toneladas de carne de vacuno a China de enero a julio de este año, o el 38% de las importaciones totales de China, según muestran los datos de aduanas chinas, lo que lo sitúa muy por delante del segundo proveedor, Argentina, que suministró poco menos de 300.000 toneladas y desde julio puso un tope de 50% a las exportaciones de carne.
En base a Reuters