El índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alcanzó los 135,7 puntos en enero, 1,1% más que en diciembre y 19,6% por encima del primer mes de 2021, alcanzando un récord.
En enero, los aceites vegetales y los lácteos lideraron la suba, parcialmente compensada por la caída del precio del azúcar, que retrocedió por segundo mes consecutivo. Carnes y cereales se mantuvieron prácticamente estables.
El indicador de aceite vegetal subió un 4,2% en enero, su mayor alza mensual registrada, y alcanzó los 185,9 puntos. Según el informe de la FAO, los aceites de palma, soja, canola y girasol aumentaron en el mes. “Después de una caída de corta duración, los precios internacionales del aceite de palma se han recuperado, en gran parte, respaldados por preocupaciones sobre una posible reducción de las exportaciones de Indonesia. Los precios mundiales del aceite de soja también se recuperaron, respaldados por fuertes compras de India. Los precios del petróleo también dieron sostén a los aceites.
En el caso de los lácteos, el indicador subió por quinto mes consecutivo, esta vez 3,2%, a 132,1 puntos. Los mayores aumentos fueron para leche en polvo descremada y la manteca.
El azúcar, por su parte, retrocedió 3,1% frente a diciembre, en su segundo retroceso mensual consecutivo. El nivel actual es el más bajo en seis meses
Los precios de la carne vacuna alcanzaron un nuevo máximo, apoyados en una fuerte demanda mundial, que superó la oferta exportable, principalmente de Brasil y Australia. De este modo el indicador de carne alcanzó 112,6 puntos en enero, levemente por encima de diciembre de 2021. Los precios de la carne de cerdo, por otro lado, aumentaron ligeramente, mientras que los precios de la carne ovina y de aves disminuyeron.
Finalmente, el índice para los cereales quedó estable en enero con 140,6 puntos. “Los precios mundiales del trigo cayeron un 3,1% en el mes, con el aumento de la oferta estacional de Australia y Argentina”, dijo la FAO, que destacó que la demanda se mantiene firme. La sequía en Brasil y Argentina provocó un alza de 3,1% en los precios internacionales del maíz.