La economista Mercedes Baraibar, integrante del área de Información y Estudios Económicos del INALE, analizó el actual escenario del mercado internacional de lácteos y advirtió que el leve aumento de la oferta, frente a una demanda que continúa rezagada, está presionando directamente sobre los precios.
“Lo que sucede es que esa oferta sube un poquito y ante la demanda que sigue estando rezagada, impacta directamente en los precios, caen los precios”, señaló, entrevistada en Tiempo de Cambio de radio Rural.
A este contexto se suma un crecimiento de la producción mundial por encima de lo previsto, un comportamiento que, según las proyecciones, se mantendría al menos durante el primer semestre de 2026, condicionando la evolución de los valores al productor.
“Las proyecciones y los principales organismos ya el año pasado señalaban para este año que iba a estar estable el crecimiento, sin embargo, el ajuste que se da este año por incremento de la producción va a generar que la producción mundial crezca por encima del 1% que era lo que estaba pronosticado desde el año pasado”, dijo.
Para 2026, consideró, se seguirá observado esa misma tónica en el primer semestre, asociado a que es muy difícil revertir el lado de la demanda en unos pocos meses.
“Se supone que eso va a tener un impacto en los precios al productor en los distintos países donde se ve aumentada la demanda, en los países exportadores, y hasta qué momento va a caer el precio internacional dependerá hasta el momento en donde los países empiecen a procesar su ajuste de contracción de la producción y ahí se vuelve a dar el ciclo”, sostuvo.
Lo precios de los granos en relación al precio de la leche que recibe el productor, mientras eso deje un margen positivo, va a seguir incentivando a incrementar la producción, comentó Baraibar.
China ha apostado mucho a la producción en el último tiempo. “Hoy en día, desde el lado de la demanda, no estamos viendo que haya algún otro mercado que lo suplante”. “Lo que se espera para que haya un rebote más fuerte en los precios es que sea China quien aumente sus compras y que las regiones exportadoras estabilicen su producción”, indicó.
Baraibar destacó el potencial de Indonesia como mercado para los lácteos. “A Uruguay le beneficiaría muchísimo estar habilitado a exportar ese mercado porque abre una puerta a un mundo donde no solamente entran comprándole a otros competidores nuestros, sino que también hay espacio para comprarnos a nosotros”, dijo.
Para la especialista, “la demanda seguirá en aumento, no tanto como hace 10 años pero sí a un ritmo que va a permitir cierta estabilidad entre oferta y demanda”.
En cuanto a Brasil, socio comercial histórico para los lácteos de Uruguay, Baraibar apuntó que pudiendo lidiar con temas coyunturales como las investigaciones antidumping, o demoras para el ingreso, “creo que la forma que vamos a tener de relacionarnos con Brasil es muy similar a la que hemos tenido históricamente”.
