La cadena de comida rápida McDonald’s presentó una demanda en contra de las cuatro principales empresas cárnicas de Estados Unidos: Tyson Foods, Cargill, JBS y National Beef Packing Co.
Las acusa ante un tribunal de Nueva York de manipular los precios de la carne vacuna de manera colusoria desde el año 2015.
Con esta acción legal Mc Donald’s busca poner fin a las prácticas anticompetitivas que, según afirman, han inflado los costos de la materia prima clave para sus productos: la carne vacuna.
Estas cuatro empresas controlan aproximadamente el 85% del mercado de carne vacuna en Estados Unidos, una concentración que McDonald’s considera perjudicial para los compradores como ellos y para el libre mercado.
Precios artificialmente altos
De acuerdo con la demanda, las empresas acusadas han actuado en conjunto para restringir la oferta de carne desde el 2015, lo que ha permitido que los precios de la carne vacuna se mantengan “artificialmente altos”.
McDonald’s afirmó que estas prácticas han violado las leyes antimonopolio al crear una especie de cartel empresarial dentro de la industria cárnica.
Argumenta que las empresas cárnicas han logrado mantener los precios elevados al limitar de manera coordinada la oferta de ganado terminado para faena, lo cual incrementó los precios del producto final.
Estrategia coordinada
Según la denuncia, las compañías mantenían reuniones frecuentes en eventos del sector donde ejecutivos y trabajadores intercambiaban información, planes y estrategias para limitar el suministro de carne, lo que «dio lugar a precios más altos del vacuno para compradores» como McDonald’s.
«Los acusados se coordinaron y acordaron abstenerse de ampliar sus capacidades de faena y procesamiento, restringiendo aún más el suministro de carne», particularmente en la segunda mitad del año, donde se concentran las festividades y el consumo de carne es mayor.
La demanda de McDonald’s también señala que la colusión que denuncia entre las empresas cárnicas no es un caso aislado, ya que otras entidades, como el Departamento de Justicia y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), han realizado investigaciones para determinar si las grandes compañías cárnicas han participado en prácticas de este tipo.