La fiebre porcina africana llegó a América

Decenas de miles de cerdos empezaron a ser sacrificados en República Dominicana después de que se detectaran brotes de fiebre porcina africana en 11 de las 32 provincias del país, anunciaron las autoridades este lunes, que están investigando el origen del brote.

El gobierno pagará a los criadores de cerdos el precio de mercado de cada animal sacrificado informó el estatal Banco Agrícola, una subvención estimada en US$ 180 millones.

La presencia de la enfermedad fue confirmada por laboratorios estadounidenses que analizaron 389 muestras enviadas desde granjas de cerdos que acusaron muertes generalizadas de animales en el último mes.

Se estima que el brote podría erradicarse en unos cinco meses.

Se trata de la primera detección de la enfermedad en las Américas en casi 40 años, según el Consejo Nacional de Productores de Cerdo de EEUU.

El último brote también se registró en República Dominicana y obligó a eliminar todos sus 1,4 millones de cerdos en 1978. Hoy el stock del país es 1,8 millones de animales.

La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) notificó formalmente la presencia de la Peste Porcina Africana (PPA) en República Dominicana.

México anunció de inmediato que fortalecerá las medidas sanitarias y la vigilancia epidemiológica, reforzando las inspecciones de animales en todos los puertos, aeropuertos y cruces fronterizos, así como en las  cocinas y desechos en barcos comerciales, cruceros y aviones.

Prevención en Argentina

En Argentina, la notificación prendió las alarmas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que comenzará a reforzar los controles del tratamiento de desperdicios y del ingreso ilegal de productos y subproductos de cerdos en aeropuertos y puertos. Los residuos de aviones y buques transcontinentales provenientes de países donde la enfermedad es endémica, podrían ser utilizados para alimentar porcinos, constituyendo una posible vía de ingreso de la enfermedad al país.

Está prohibido ingresar carne de cerdo y sus derivados sin autorización del Senasa, así como animales y material reproductivo (semen y embriones) sin la certificación sanitaria correspondiente.

Los productos porcinos que no fueron sometidos a tratamientos para inactivación del virus de PPA durante su elaboración, como es el caso de salames, jamón crudo, carne porcina fresca y otros constituyen un riesgo ya que el virus puede permanecer en ellos durante meses.

Además, se debe evitar concurrir a granjas luego de estar en países con presencia del virus porque la ropa y el calzado pueden vehiculizarlo.

En base a Reuters y Bichos de Campo

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