La soja va por su séptima semana consecutiva de subas, pero no logró subir este lunes a pesar de un informe de stocks levemente favorable en EEUU.
Las estimaciones previas plantaban que las existencias de maíz, soja y trigo de EE. UU. estarían en máximos de cuatro años para el 1 de septiembre, aunque en el caso del maíz resultaron mucho menor de lo esperado y en soja levemente menores también a lo que se suponía.
En soja, los 9,31 millones de toneladas relevados resultaron algo menores de los 9,55 millones esperado. Igual muy superior a los 7,19 millones de un año atrás.
En maíz, con menos influencia en Uruguay pero consolidando un panorama alcista para el próximo año, es donde se dieron las mayores diferencias. En maíz el stock resultó en 44,7 millones de toneladas, dos millones y pico menos que las 46,8 millones que se esperaban, pero como en soja, igual superior a las 34,55 millones de setiembre de 2023.
En trigo en cambio la estimación de stock en EEUU fue 54 millones de toneladas, levemente por encima de lo previsto, 53,9 millones.
El buen ritmo de la cosecha de EEUU contra el mal ritmo de la siembra de Brasil es la tensión del momento y en el balance de ambas fuerzas predominó este lunes una cierta cautela en la soja, que para la posición 2025 pasó de US$ 409 a US$ 405. También arranca con un retroceso en la posición diciembre pasando de US$ 215 a US$ 213 y con el maíz como el ganador del comienzo de la semana pasando en Chicago la posición mayo de US$ 175 a US$ 177 por tonelada.
Estas lluvias fueron más que oportunas para sostener el desarrollo de los cultivos de invierno y para el comienzo del cultivo de maíz. Pero la amenaza del faltante de agua sigue porque las precipitaciones serán escasas hasta adentrado octubre.