Tras alcanzar su nivel máximo hace un año, el índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en marzo de 2023 en un promedio de 126,9 puntos, 2,1% menos que en febrero.
Disminuyó por 12º mes consecutivo. En los últimos 12 meses el índice cayó 20,5%. La disminución del índice en marzo obedeció a un descenso de los índices de precios de los cereales, los aceites vegetales y los productos lácteos, mientras que aumentaron los del azúcar y la carne.
El índice de precios de la carne registró en marzo un ligero incremento de 0,8% desde febrero y se ubica 5,3% por debajo de los valores de hace un año.
En marzo aumentó la cotización de la carne vacuna bajo la influencia del alza de los precios internos en Estados Unidos, donde se prevé que la oferta de ganado sea más baja en los próximos meses.
Los precios de la carne de cerdo aumentaron ligeramente, sobre todo debido a la subida de los precios en Europa por las persistentes limitaciones de la oferta y el aumento de la demanda antes de Semana Santa. “Por el contrario, los precios de la carne de aves de corral cayeron por noveno mes consecutivo a raíz de la atonía de la demanda mundial de importaciones, pese a los problemas de suministro ante los brotes generalizados de gripe aviar en varios de los grandes países exportadores”, indicó la FAO.
Los precios de la carne de ovino también bajaron en promedio, a causa de un ajuste a la baja respecto de los altos precios registrados en febrero, lo cual se debió al aumento de la demanda antes de Semana Santa y a los efectos de las fluctuaciones de los tipos de cambio.
Los cereales retrocedieron 5,6% respecto a febrero, principalmente por la baja del trigo y el maíz. Se encuentran 18,6% debajo del nivel de hace un año. El arroz bajó 3,2% en marzo y la cebada 6,7%.
Los aceites vegetales bajaron 3% en marzo y se ubican 47,7% por debajo de la cotización de marzo 2022, cuando se dispararon como consecuencia de la inestabilidad por la invasión de Rusia a Ucrania.
El descenso del índice se debió totalmente a la bajada de las cotizaciones de los aceites de soja, de colza y de girasol, que contrarrestó con creces la subida de los precios mundiales del aceite de palma.
Los productos lácteos bajaron 0,8% en marzo y 10,7% en el último año. El descenso de marzo obedeció al ajuste del queso y la leche en polvo, mientras que subieron los precios de la manteca.
Los precios de la leche en polvo cayeron por noveno mes consecutivo, sobre todo a causa de la apatía de la demanda de importaciones, especialmente en el caso de las entregas a corto plazo, y del aumento estacional de la producción lechera en Europa occidental.
El índice de precios del azúcar de la FAO se situó en marzo un 1,5% por encima de febrero, lo que representa el segundo aumento mensual consecutivo y el nivel más elevado desde octubre de 2016.