El mercado del gordo se encuentra distorsionado por las lluvias en una semana de operativa totalmente alterada, con cargas suspendidas o postergadas y negocios que se hacen para cubrir esos huecos a precios por encima de los que las plantas proponen. El ajuste de valores que la industria impulsa no ha sido convalidado ni ha podido ser impuesto por las circunstancias adversas.
“El clima es el principal jugador, complicando todas las fases de la logística”, dijo el director de Escritorio Arrospide, Diego Arrospide.
El consignatario Joaquín González de Florida señaló que se está cargando ganado en camiones chicos para luego trasbordar a jaulas, y usando tractores para sacar los camiones que quedan enterrados.
“Tener buena caminería hace la diferencia hoy en día”, sostuvo Arrospide, “tienen una valorización las cargas inmediatas, especialmente para plantas con cuadrillas kosher que tienen que cumplir volúmenes”. En esos casos se cierra negocios a precios que ya no se venían trabajando y que están arriba de US$ 3,60 para los novillos especiales y US$ 3,35 a US$ 3,40 para vacas gordas de carcasa pesada.
Los precios se empiezan a escapar de los valores propuestos por esta causa; en un par de semanas se verá un sinceramiento del mercado mientras la oferta sigue sin ser importante, consideró Arrospide.
Las plantas que están transitando la cuota 481 con ganados de corral tienen menos dificultades y una operativa más fluida.
La poca oferta disponible ha perdido condición, sostiene González. “Se concretan pocas operaciones porque es difícil para cargar, poca oferta y en condiciones más deterioradas por los temporales; solo los ganados excepcionales hacen la diferencia”.
La demanda de ganado para el abasto se ha mantenido muy firme y no ha acompañado esa presión bajista, con un posible factor adicional a la demanda: las dificultades para importar carne de Brasil por las inundaciones.
Para González el abasto también muestra firmeza por una “reorganización de compradores que eran más marginales y ahora están jugando más fuerte, con fluidez de negocios y demanda sostenida en ganados de abasto”.
Las distorsiones en el mercado podrían persistir un par de semanas más, mientras transcurre la cuota 481 y el tiempo se estabiliza.
González tiene la impresión de que “la industria la va a tener complicada en adelante, con clima húmedo hasta fines de junio y un volumen de exportación de novillos que en la corta van a faltar” mientras que para el productor persistirá la incertidumbre en cuanto a valores, sobre todo para quienes tienen expectativas de una mejora de precios
En ovinos la demanda es firme, con oferta escasa propia de la época y dinamizada por problemas de carga además de que alguna planta que hace punta en faena de lanares también está abocada a vacunos de corral.
La relación de precios crece semana a semana y los negocios se hacen sobre la referencia de ACG de la última semana y algún centavo más: de US$ 3,50 a US$ 3,55 y con colocaciones rápidas y fluidas.