Plaza Rural colocó el 100% de la oferta de 11.200 vacunos en la primera jornada de su remate número 250, algo que los propios miembros del consorcio no esperaban, y mucho menos que se superaran los precios en las categorías de terneros y novillos de 1 a 2 años.
El mercado de reposición muestra cierto desacople de un mercado del gordo en transición y que lleva varias semanas de ajustes. Así como no ajustó al alza en la medida que el gordo cuando llegó a picos de US$ 5,60 para el novillo, tampoco se han registrado bajas importantes ante el escenario actual.
El resultado del remate fue atribuido a la gran calidad de los ganados ofertados, la alta proporción de terneros castrados y destetados, y la mejora en el escenario de las pasturas.
Los 2.430 terneros promediaron US$ 2,99, tres centavos por encima del remate anterior y US$ 550 al bulto.
Los terneros de menos de 140 kilos promediaron US$ 3,20, los medianos US$ 3,13 y los de más de 180 kilos marcaron US$ 2,90 con máximos de US$ 3,16.
Carlos de Freitas, presidente de Plaza Rural, dijo que fue “un rematazo” con “una fila de ganados espectaculares, valores muy interesantes y mucha puja en todos los lotes” pese a la cautela del mercado.
Las vacas de invernada promediaron US$ 2,16, el mismo precio que el remate anterior.
Los novillos de 1 a 2 años promediaron US$ 2,76, un centavo por encima de los valores de junio, los de 2 a 3 años bajaron cinco centavos, de US$ 2,70 a US$ 2,65 y los de más de 3 años ajustaron un centavo a la baja a US$ 2,64.
Fernando Indarte, director de Indarte y Cia, señaló que se debe considerar que los precios se mantuvieron estables, con variaciones de dos o tres centavos, y remarcó la calidad de los ganados que se ofrecieron y que la altísima mayoría de los terneros fueron castrados y destetados.
José Ignacio Aramburu afirmó que hubo mucha demanda y preoferta por los lotes de terneros y subrayó que no era esperado que se superaran valores del remate pasado: “nos dejó asombrados”.