Con varios mercados cerrados, con China normalizando su actividad pero teniendo restricciones para exportar sus textiles, los precios de la lana en Australia sucumbieron.
La semana pasada el Indicador de Mercado del Este (IME) quebró el piso de los US$ 8 por kilo cerrando nuevamente en mínimos en casi una década, desde agosto de 2010. En la moneda local, en tanto, se dio la mayor caída porcentual de las últimas dos décadas.
El IME en dólares estadounidenses cerró en US$ 7,89 por kilo base limpia retrocediendo 65 centavos o 7,6%. En la divisa australiana el descenso fue de 10,75 hasta AU$ 12,87 por kilo.
En el acumulado de la zafra 2019/2020 -que comenzó el 1 de julio- el indicador cae 34,2% medido en dólares estadounidense, perdiendo un tercio de su valor en apenas nueve meses. En la divisa australiana la caída acumulada es de 25%.
El IME se ubica 43% por debajo de un año atrás medido en dólares estadounidenses y 33,8% en la divisa australiana.
En el informe de Australian Wool Innovation se indicó que, al cierre de las ventas en Nueva Zelanda y Sudáfrica, se sumaron las versiones sobre que Australia podría dejar de operar por una semana.
En la semana la comercialización fue de 55,1% de la oferta, una de los menores porcentajes desde que se llevan registros.
Si bien China estuvo en el mercado con una normalización de sus actividades, lo cierto es que los industriales en ese país enfrentan la incertidumbre sobre la demanda de sus productos en sus principales destinos.