La agencia ambiental brasileña Ibama notificó a 12 plantas frigoríficas, incluidas dos operadas por JBS SA, una inspección por su presunta participación en un esquema para comprar ganado de tierras deforestadas ilegalmente en la selva amazónica, según informó la agencia Reuters.
En un comunicado, JBS afirmó no haber comprado ganado de la propiedad que, según Ibama, había sido deforestada ilegalmente y que podrá proporcionar más información una vez que tenga acceso al informe completo de la inspección.
Las empresas privadas Frigol y Mercurio también están entre los 12 productores de carne de res bajo revisión, según el documento visto por Reuters.
Frigol respondió que Ibama había cometido un error y agregó que tampoco había comprado ganado de la finca que, según la agencia, había sido desmontada ilegalmente.
El presidente de Mercurio, Lincoln Bueno, dijo a Reuters que una firma externa monitorea el origen de los animales que procesa y que no hace negocios con propiedades con irregularidades ambientales y laborales.
Ibama dijo el jueves que estaba inspeccionando plantas que estaban «adquiriendo ganado sospechoso, triangulado con fincas ‘limpias’, para disfrazar su origen ilegal».
Ibama agregó que ya había multado a seis frigoríficos que no nombró con sanciones por 4 millones de reales (US$ 740.000) por comprar directamente 8.172 cabezas de ganado de lo que llamó «áreas embargadas».
El Ibama también incautó más de 7.000 cabezas de ganado que se encontraban en 2.100 hectáreas de propiedades que había bloqueado para uso comercial tras la deforestación ilegal. Afirmó haber multado a los infractores con un total de 49 millones de reales (US$ 9,04 millones), sin especificar de qué empresas o personas se trataba.
«Producir, vender o comprar ganado en estas áreas embargadas constituye un delito ambiental y los responsables serán multados», afirma el comunicado del Ibama.