La faena de vacas en Argentina aumentó 24% en los dos primeros meses de 2023 como consecuencia de la sequía, superando las 390 mil cabezas, informó la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA).
El informe ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario (Rosgan) señaló que el país está entrando en un proceso de liquidación de vacas, hacienda que necesariamente debe ser retirada de los campos y que se traduce en menos producción de terneros a futuro.
Por el severo impacto que está dejando la sequía “una gran proporción de la oferta proviene de una venta forzada por falta de campos”, establece el informe semanal de Rosgan.
La sobreoferta de vacas está llevando a un derrumbe de valores de la hacienda. La semana pasada el precio de las vacas bajó 12,6% en la última semana, que se suma al 17% y el 9% en las dos semanas anteriores.
A su vez, el estado corporal se refleja en la caída de 7,3% en el peso medio por res a faena de febrero, 219 kilos peso carcasa frente a 226 un año atrás. Fue el noveno mes de caída interanual en el peso promedio de las vacas, desde junio 2022.
El 25% del stock de vacas de Argentina –unos 5,6 millones de animales- se encuentra en zonas bajo condiciones de sequía “severa” a “extrema”.
La faena de vacas fue de 2,38 millones de cabezas en 2022. Rosgan estima que en 2023 podría alcanzar entre 2,7 y 2,9 millones de cabezas.
Además de la reducción del rodeo de cría “bajo las actuales condiciones, es altamente probable observar una fuerte caída en las preñeces, especialmente en aquellas zonas donde la sequía ha estado golpeando de forma más severa”, indica el informe de Rosgan.