Alemania aprobó una ley que hace obligatorio el etiquetado de alimentos de origen animal informando del sistema de cría de los animales.
La clasificación incluye por ejemplo si la cría se hace en un establo (con los requisitos mínimos legales), en un establo con mayor espacio (12,5% más lugar que el mínimo legal), establo y aire libre (con salida), en base a pasto (los animales tienen acceso a correr o se mantienen sin un establo fijo), y orgánico (cumpliendo con los requisitos de la normativa orgánica de la UE).
Con esta herramienta apunta, por un lado, a garantizar la transparencia y la claridad sobre la forma en que se crían los animales y, por otro, permitir que los consumidores tomen decisiones de compra conscientes.
En una primera etapa, se marcará la carne fresca sin procesar de cerdo. Le seguirán otras especies animales y productos.
El proyecto de ley también se creó la posibilidad de que los alimentos de otros Estados miembros de la UE y terceros países pueden etiquetar con este sistema de forma voluntaria.