Según Australian Wool Innovation Limited (AWIL), entre los factores que inciden en que la demanda de lana de China se mantenga “algo moderada” es clave “la restricción de energía debido a la escasez de carbón y al régimen de objetivos ambientales que se está aplicando, lo que ha llevado a que la mayoría de las fábricas estén racionadas con la electricidad”.
En muchos casos, indica AWIL, “esto significa una semana laboral de tres días, lo que obviamente limita las necesidades de insumos de materias primas, la producción fabril y los pagos a los empleados, que en última instancia son consumidores”. Además, el mercado de lujo al que pertenecen los mayores productos de lana se mantiene con baja demanda como consecuencia del Covid-19.
Después de un par de semanas positivas para el mercado internacional de lanas, el precio internacional 2,7% en la última semana en los mercados australianos y el Indicador de Mercados del este bajó de US$ 9,99 a US$ 9,72. La restricción de la demanda desde el mercado chino y el debilitamiento de 1% de la cotización de la moneda australiana frente al dólar influyeron en la reducción de precios.
Las diferentes categorías registraron bajas en el remate del miércoles, el último de la semana, de entre 3,4% para las de 30 micras y 0,3% las de 17 micras. Lo rescatable es que las lanas de 25 y 26 micras fueron las únicas que registraron subas, si bien no pasaron de 1,1%.
La lana de 21 micras disminuyó a US$ 9,45 el kilo base limpia (-1.4%) y las lanas de 28 micras bajaron US$ 3.07 (-2.5%).
Exportaciones enero-octubre
Uruguay, durante el periodo enero/octubre de 2021, exportó un total de 25,6 millones de kilos de lana equivalente base sucia (considerando lana sucia, lavada y peinada), 69% más que en igual período anterior de 2020, según el último informe mensual del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).
Las exportaciones de lanas peinadas, sucias y lavadas, a más de 30 destinos, totalizan US$ 128 millones de dólares, lo que implica una suba del 70% respecto al período enero-octubre de 2020.