El gobierno argentino anunció este martes que extenderá las restricciones a las exportaciones de carne vacuna en meses claves para el futuro político del gobierno y esto generó repercusiones. El sector productivo se manifestó en contra de una medida que, advierten, dañará al sector y reducirá el ingreso de divisas.
Del 20 de mayo al 20 de junio el gobierno argentino decretó la prohibición de todas las exportaciones de carne vacuna por fuera de las cuotas con el objetivo de incrementar la oferta interna de carne para frenar la suba de precios, medida que no tuvo éxito.
Esta vez, prohibirá las exportaciones de la media res, cuartos delanteros y traseros y siete cortes más hasta fin de año y para los restantes regirá un cupo del 50%, es decir, podrá destinarse al mercado externo la mitad de lo que fue el año pasado. Es decir, unas 200 mil toneladas, la mitad de lo exportado en el segundo semestre del año anterior de 409 mil toneladas peso producto.
Según indicó el portal Bichos de Campo, “El gobierno reorientará hacia el mercado interno unas 30 mil toneladas mensuales que antes iban al mercado de exportación (especialmente a China). Como en promedio los argentinos consumimos unas 190 mil toneladas, esta medida implicará un incremento de la oferta de casi 16%”.
Juan Eiras, presidente de la Cámara Argentina de Feedlot dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural que “Esto no va a solucionar nada de los problemas que el gobierno plantea y quiere resolver que es sostener el precio de la carne en el mercado interno”.
“La medida es contraproducente a la producción primaria, va a bajar la productividad por cabeza abocándose a un mercado interno que le gusta el consumo liviano. Nos saca motivación para producir. ¿Para qué voy a invertir para producir un novillo pesado sin saber cómo ni a quien se lo voy a vender? Y además con un decreto que dice, pero no aclara cómo va a medir la estabilidad que espera de los precios”, dijo.
Según Eiras “hay varias letras chicas en este nuevo decreto. Están prohibidos los cuartos y las reses, pero no hay especificación por el hueso que tiene a China como principal destino y con un valor interesante que no se consume en el mercado interno. Por otra parte, está la carne kosher, tampoco hay especificación, pero hay cortes del delantero que van en el kosher que están restringidos”.
A su vez, el decreto establece que la carne en tránsito no sufrirá la nueva reglamentación, pero no se sabe si es la que está en agua o los contenedores que ya tienen el certificado de Aduana, pero aún no han salido.
Buena parte de la carne que no podrá ser exportada iba a China, y provenía de vacas conserva o “de descarte” que se vendía congelada y que aquí no tiene demasiado demanda.
Pese a las restricciones a las exportaciones impuestas por 30 días (hasta el 20 de junio), el precio de la carne bajó 4,4% en mayo. En este sentido, David Miazzo, economista Jefe de la Fundación FADA expresó que “La carne no es lo único que sube. La inflación tiene que ver más con la emisión y la confianza que con la carne. El cierre exportaciones no frena los precios de la carne y el antecedente está en lo que pasó entre 2006 y 2012”, según publicó el portal Agrofy News.