La Comisión Europea endureció las medidas de salvaguardia para garantizar que el acuerdo Unión Europea- Mercosur no perjudique a la industria europea, especialmente en productos sensibles como la carne vacuna y estableció la posibilidad de reintroducir aranceles si el mercado se desestabiliza.
Según los legisladores, la Comisión Europea podrá abrir investigaciones siempre que se produzca un aumento superior al 5% en las importaciones de carne vacuna o de ave del Mercosur, en comparación con la media de los tres años anteriores, y si los precios de estos productos son al menos un 5% inferiores a los de productos similares de la UE. En la propuesta original de la Comisión, ambos límites se fijaban en el 10%.
Los eurodiputados también quieren plazos de investigación más cortos para que las salvaguardas se puedan activar antes (tres meses frente a los seis de la propuesta, y dos en vez de cuatro en el caso de productos sensibles).
El Parlamento aprobó una enmienda que incluye un mecanismo de reciprocidad, en virtud del cual la Comisión iniciará una investigación y adoptará medidas de salvaguardia cuando existan pruebas creíbles de que las importaciones que se benefician de preferencias arancelarias no cumplen requisitos equivalentes en materia de medio ambiente, bienestar animal, salud, seguridad alimentaria o protección laboral a los que se aplican a los productores de la UE.
Balanza equilibrada
En 2024 la balanza comercial global entre ambos bloques mostró un equilibrio sobre los 57 millones de euros en ambas direcciones según los datos oficiales europeos.
A pesar del avance de las salvaguardias y un discurso cada vez más proteccionista en la Unión Europea, la tendencia para los próximos años apunta a un aumento de las importaciones de carne vacuna como consecuencia de un desajuste estructural entre la oferta y la demanda en el bloque europeo, indicó el analista Fernando Henrique Iglesias, de la consultora Safras & Mercado.
“La afirmación de los productores europeos de que no pueden competir con los productos brasileños es cierta. Producir carne en Europa hoy en día es muy costoso, y competir con Brasil se vuelve extremadamente difícil”, afirmó Iglesias.
El reto para la Unión Europea, según el analista de Safras & Mercado, será equilibrar intereses a menudo contrapuestos: satisfacer la demanda interna de proteína animal, garantizar el abastecimiento del mercado y, al mismo tiempo, mantener niveles aceptables de rentabilidad y satisfacción para los productores locales. Incluso ante estas tensiones, Iglesias proyecta que la necesidad de importaciones prevalecerá.
La firma del acuerdo Mercosur-Unión Europea está agendada para este sábado 20 de diciembre en Foz de Iguacú, según anunció el presidente brasileño Lula Da Silva.