La cotización de la soja subió entre 6% y 7% en agosto y agregó US$ 21 a US$ 24 por tonelada según la posición en la Bolsa de Chicago. En Uruguay registró los precios más altos del año en las últimas semanas de agosto, que llegaron a superar los US$ 380 por tonelada entregada y a fijar precio.
En la última semana se redujeron las primas que venían siendo positivas y la tonelada de soja cerró el mes entre US$ 370 y US$ 375 por tonelada disponible puesta en Nueva Palmira según las referencias de la Cámara Mercantil.
Para la soja de la próxima cosecha las cotizaciones al cierre del mes se situaron entre US$ 365 y US$ 370 /ton en Uruguay, en base a una cotización de US$ 407 para la posición julio 2026 de la oleaginosa.
Los mercados estadounidenses volverán a abrir este martes luego del feriado del lunes en EEUU (Labour Day) pendientes del clima seco y caluroso sobre los cultivos que podría afectar los rendimientos en el tramo final previo a la cosecha, y atentos a eventuales avances en las relaciones comerciales de Estados Unidos y China, que sigue sin comprar soja de la próxima cosecha en el mercado estadounidense para el último trimestre del año, la temporada fuerte de embarques a ese destino.
Este viernes la agencia Reuters informó que los procesadores chinos ya han reservado 2,43 millones de toneladas de Argentina y Uruguay para su envío de setiembre a mayo del próximo año, en base a fuentes comerciales de China y Singapur.
De acuerdo a este reporte, China podría duplicar las compras de soja de los productores rioplatenses en el próximo año, de 5 a 10 millones de toneladas sin precisar el volumen de cada país.
Hasta el 28 de agosto Uruguay lleva exportadas 2,888 millones de toneladas de soja de una cosecha que se estima entre 3,8 y 4 millones de toneladas. La facturación según Aduanas alcanza a US$ 1.139 millones, a un promedio de US$ 394 por tonelada.
Ante la ausencia de China del mercado estadounidense los precios podrían estar expuestos a presiones en plena cosecha e inmediatamente a la siembra en Sudamérica, con previsiones de Brasil de aumentar el área entre 1% a 1,5%, un crecimiento leve con pocos estímulos de precios.
En Argentina y Uruguay se recortaría la superficie de soja en favor del maíz.
El mercado de los aceites tuvo una semana complicada con una caída de más de 6% en los precios del aceite de soja y un fuerte ajuste de la colza en el mercado europeo que cayó de US$ 563 a US$ 549 por tonelada, mínimos de las últimas semanas.
Esta baja se tradujo en cotizaciones en el mercado local que corrigieron de US$ 495 al eje de US$ 480 a US$ 485 /ton este viernes.
Se mantiene un claro diferencial a favor de las oleaginosas en la paleta de cultivos de invierno que en Uruguay vienen saliendo de un invierno complicado para el inicio de los cultivos, con exceso de humedad en algunas zonas, importantes áreas que debieron ser resembradas y expectativas de rendimiento por debajo de la zafra pasada.
Las cotizaciones de los cereales en la Bolsa de Chicago repuntaron la semana pasada hasta 2,5% en comparación al viernes pasado con subas de US$ 5 por tonelada en el trigo y US$ 4 para el maíz. Si bien el mercado estadounidense no operó, este lunes tanto e trigo como el maíz bajaron en la bolsa europea Matif de París.
Con una cosecha estadounidense que será récord y superaría los 410 millones de toneladas el sostén lo aportaron los buenos reportes de exportaciones y perspectivas de demanda firme.
El trigo posición diciembre subió el viernes a US$ 196,3 por tonelada luego de cinco semanas de caídas y por las perspectivas productivas positivas del Mar Negro, Australia y Argentina no tiene una perspectiva favorable en términos de cotizaciones en el corto plazo. La cosecha uruguaya vuelve a estar jugada a los kilos.
El arroz se mantiene estable en Brasil con referencias de US$ 12,40 a US$ 12,50 por bolsa de 50 kilos mientras los arroceros comercializan la producción récord de la cosecha pasada y esperan que las nuevas lluvias aumenten los niveles de las represas de riego en el este, aun con necesidad de mejorar sus niveles previo a la siembra de la próxima zafra que verá un recorte de área.