Con 1.035.705 cabezas la faena vacuna de marzo en Argentina fue la menor para un mes desde enero de 2022, según los datos oficiales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Después de las leves bajas interanuales en marzo y febrero (3% y 0,4% respectivamente) la caída de 19% en marzo fue la más aguda desde 2011, cuando el país se recuperaba de la liquidación del año anterior, puntualizó Valor Carne. Estas cifras dejan al primer trimestre 8% por debajo de las cifras del mismo periodo de 2023.
Ajustado por días hábiles, el ritmo diario de envíos se ve reducido en un 10,6% interanual y en 5% respecto al mes anterior apuntó Rosgan. En comparación con marzo del año pasado las mayores caídas se registran en vacas (-18,7%) y en novillos (-15,6%).
En marzo los valores de la hacienda retrocedieron 10% medidos en precio real contra las referencias de un año atrás, según Rosgan.
A su vez, las exportaciones de carne mantuvieron la tendencia al alza respecto al año pasado, con un incremento interanual de 8% en marzo, aunque un descenso de 15% respecto al mes anterior. Con 172.163 toneladas de cortes de carne vacuna certificadas por Senasa el incremento para el primer trimestre se sitúa en 26% respecto a enero/marzo del año anterior apunta Rosgan.
La retracción de la demanda interna de carne vacuna se refleja en el incremento de la proporción de carne producida que se exporta, que en lo que va de año alcanza al 32% del total cuando el año pasado se cerró en 25%.
Ese tonelaje representó el 32% de la producción nacional en los primeros dos meses del año. El año pasado con exportaciones por 852.000 toneladas y una producción de casi 3,3 millones de toneladas la exportación significó el 25% de la oferta total.
Consumo en el piso histórico
El consumo de carne vacuna en marzo llegó a su mínimo histórico, alrededor de 42 kilos per cápita, de acuerdo con estimaciones de Miguel Schiariti, director de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra), que agrupa a frigoríficos nacionales. En febrero, se ubicaba en 44,6 kilos.
“Por los valores que estamos manejando de faena y exportación, el consumo interno cayó a 42 kilos. Veníamos de 52 kilos el año pasado, debido a que durante 10 de los 12 meses no aumentaron los precios por la sequía”, dijo Schiariti a Perfil.
“A pesar de que esta es la caída del consumo más grande de la historia de la carne vacuna, los argentinos seguimos consumiendo proteína animal. Los niveles de consumo de carne de pollo y cerdo se mantienen en 48 y 23 kilos, respectivamente. En la crisis de 2001 se cambió por papa y fideos y cayeron todos los consumos de carnes entre 15% y 20%. Como se salió rápido se volvió a los números anteriores”.