Álvaro Simeone, director técnico de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC) de la Facultad de Agronomía de la Udelar, especialista en nutrición animal, dio en Tiempo de Cambio de Radio Rural algunas pautas para el manejo de la alimentación vacuna en la situación actual de escaso forraje, verdeos atrasados y precios altos para la suplementación.
Mencionó como factores clave que para tener pasto de verdeos en plenitud deberán pasar unos 60 días, que asociado a la sequía los terneros tienen un déficit de kilos respecto a años anteriores de hasta 25% y que los precios del ganado llevan una tendencia “moderadamente ascendente”.
Separó en tres las estrategias según las necesidades del productor.
En campo natural con terneradas atrasadas en kilos “si quiere maximizar ganancias le apunta a la burlanda de sorgo DDGS, y ahí no le erra”, sostuvo. La investigación de la UPIC en este alimento garantiza altas ganancias de peso en terneros de 500 a 600 gramos diarios “aún en un escenario de campos pelados”.
El DDGS no tiene almidón, tiene el nivel de fibra necesario y 30% de proteína, es muy digestible y rinde aún más en comederos de autoconsumo.
Si el objetivo es minimizar pérdidas (mantener el estado de los animales) el afrechillo de arroz es el suplemento más barato del mercado hoy. “Se convierte en 4 kilos a 1, a un costo de kilo de producción de peso vivo de US$ 1,20, es una estrategia relativamente segura”, señaló.
En el caso de pasturas sembradas, dijo Simeone, “la estrategia no debe ser tanto a mejorar las ganancias sino a poner la mayor cantidad de terneros por hectárea, la suplementación entra como para bancar carga”. Su recomendación es encerrar los animales de noche y entrarlos de mañana “con 1% del peso vivo en alimento de cualquier cereal, del más barato, puede ser afrechillo de trigo” y que esto permita “seis terneros por hectárea en vez de tres, un circuito chico con más animales, teniendo poco pasto”.