El remate de toros Hereford de Kiyú, con precios promedio 30% por encima de los de 2021 (US$ 4.800 contra US$ 3.700), “permite augurar una zafra muy dinámica”, afirmó el rematador Daniel Dutra en Tiempo de Cambio de Radio Rural.
Se anticipa “mucha demanda por toros porque hay una seguridad de un buen retorno económico por la producción de terneros”, dijo el director de Escritorio Dutra tras el remate donde se vendió el 100% de los 28 animales ofertados.
“Vamos a tener una zafra corriente y con buenos precios”.
El primer toro en salir al ruedo con base de US$ 3.600 obtuvo el mayor precio: US$ 13.800. Lo compró estancia Sarandí Sociedad Ganadera de Lavalleja, de la familia Mailhos, y el vendedor fue Patricio Cortabarría.
Este toro hizo buena parte de la diferencia de promedios respecto a 2021, cuando el máximo pagado fue de US$ 6.840, lejos de los US$ 15.000 obtenidos en 2020, cuando el promedio del remate fue US$ 4.038, más cerca que el promedio actual pero aún 16% por debajo de 2022.
“La gente va a entorar masivamente”, dijo Dutra, “vemos entusiasmo de producir terneros, con buenas realidades y buenas expectativas”.
Antes de empezar el remate había pre ofertas por todos los lotes, que salieron con base de al menos US$ 3.000.
“Normalmente vemos que Kiyú da una pauta de la intención de la zafra de reproductores; fue un remate ágil, alegre y con mucha gente que no pudo comprar toros”.
El sábado 1 de octubre se celebrará en la Rural del Prado el remate 25 aniversario de Los Novilleros, con 80 toros Hereford y Polled Hereford, Angus y Red Angus.
El interés y el precio de los reproductores, señaló Dutra, estará marcado en esta zafra por “una evolución muy grande del precio del ganado gordo desde el año pasado y como consecuencia en todos los ganados de reposición, donde el ternero es la estrella”.
También en el aumento de ganados encerrados y la aceleración del engorde “que trae demanda de terneros”, y la demanda de razas británicas para exportación en pie: “se venden bien los terneros machos y hembras”.
“En los últimos años los números cierran después de muchos años en que el ternero fue un producto casi residual; eso se ha revertido y hoy el ternero tiene un valor importante que compensa económicamente al criador”.