Por Eduardo Blasina
El mercado del ganado gordo ha atravesado movimientos extremos en los mercados, al alza en el primer semestre de 2022 -continuando subas persistentes durante 2021- que lo llevaron a niveles récord. Luego el Covid en China llevó a una fuerte caída hasta comienzos de este año.
Cuando finalmente China abandonó la política de confinar a la gente por razones sanitarias los precios tuvieron una recuperación alentada por expectativas de venta en China que no se cumplieron.
Los precios volvieron a caerse hasta comienzos de este mes para volver a recuperarse en estas tres semanas.
Varias fuerzas confluyen para una posible estabilidad prolongada. Una mejora en la situación forrajera da más poder de negociación a los productores en lo que puede ser una primavera que empiece temprano y cuente con lluvias abundantes.
Por el lado de la demanda las mejoras que pueda mostrar China serán muy graduales y no hacen posible una suba muy fuerte. Los precios de Brasil siguen bajos y eso también pone un freno a posibles subas. Pero a su vez EEUU tiene una oferta muy escasa por lo que queda de este año y el año que viene, eso ayuda a dar solidez a un piso de precios.
El cambio sería que en lugar de volatilidad es posible que haya un período prolonngado en el que el novillo puede mantenerse en un ranto de US$ 3,50 a US$ 4 por kilo de carcasa.
El problema claro está, es que al bajar el dólar esta estabilidad deja los ingresos corrientes actuales muy por debajo de los que se recibiían dos años atrás, con una inflación de por medio en esos dos años de 15%.
Aun así, la estabilización de precios actual y la firmeza de las cotizaciones del ternero, sostenidos principalmente por la exportación en pie, llevan a que el sector criador se mantenga en una posición muy sólida.
Los precios de la carne ovina en mínimos en más de 13 años
Lo opuesto a lo que sucede con la carne ovina que tiene al precio de los corderos en dólares en el nivel más bajo desde marzo de 2010, una situación más que grave.
