Las lluvias que volvieron la semana pasada y que seguirán en los próximos días son la única noticia positiva para el mercado de soja que en Chicago está en mínimos en 10 meses. Todas las expectativas sobre una recuperación de la mano de la mayor demanda china y de un mercado más ajustado quedaron atrás con el coronavirus.
Para los agricultores locales -que ven nuevamente como el año pasado precios por debajo de US$ 300 por tonelada- hay una parcial compensación por la suba del dólar y la casi seguridad que se mantendrán los precios de los combustibles durante la cosecha.
Este lunes los principales futuros de la soja cayeron casi US$ 10 por tonelada con la posición julio cerrando apenas por encima de US$ 305 por tonelada. Se trata de los menores valores para los contratos más cercanos desde mayo del año pasado.
Al temor por el efecto del coronavirus sobre la demanda de soja se suma el desplome del petróleo que arrastra el mercado de aceites. La demanda desde China no aparece con una oferta más agresiva desde Brasil. En ese país un dólar sobre R$ 5 le da más competitividad frente a la oferta estadounidense.
En el mercado local no hay oferta con valores que se ubican sobre US$ 285 por tonelada base acopio. Si bien las primas regionales han mejorado, lo hacen a un ritmo insuficiente para compensar el ajuste negativo en Chicago. Una posición agresiva desde Brasil limita las posibles mejoras de las primas en Argentina y Brasil.
Para esta semana se espera por otro episodio de precipitaciones luego que algunas zonas del país sobre el litoral tuvieron dos lluvias la semana pasada. La duda entre los técnicos es cuál es el impacto de esta agua que vinieron algo tarde pero que podrían sostener niveles de rendimientos relativamente buenos en algunas zonas.