Una caída de 3% en dólares en el Indicador de Mercados del Este (IME) la última semana afectó negativamente la operativa local que no informó de negocios ni en el reporte semanal del SUL ni en el de la Unión de Consignatarios y Rematadores de Lana.
Los precios de la lana comenzaron a bajar a mediados de 2019 y se desplomaron en 2020 como consecuencia de la pandemia, para recuperarse moderadamente en 2021 y mantenerse estables en 2022 en el eje de los US$ 10 por kilo base limpia. Hasta hace un par de semanas se mantenía la expectativa por un aumento gradual, impulsado por la demanda de lanas finas y el movimiento del stock de lanas medias y gruesas, pero los precios se desmoronaron el cierre de la zafra 2021/2022 y la apertura de la actual.
La primera semana de ventas de la zafra 2022/2023 comenzó con la caída del indicador IME tanto en moneda local como en dólares estadounidenses.
En dólares estadounidenses la caída fue mayor debido al tipo de cambio y se ubicó en US$ 9,56, su menor nivel desde noviembre de 2021. La baja suma 7% en las últimas dos semanas, lo que ha resentido los valores y la concreción de negocios en la operativa local.
La oferta muy importante en número de fardos “chocó con una demanda lenta por parte de los compradores quienes tomaron ventaja de la situación”, indica el reporte semanal del SUL, lo que llevó a una caída de precio para la mayoría de las categorías.
Todas las categorías de lanas finas, desde 24 micras en adelante, sufrieron contracciones y solo las de 26 y 32 micras mostraron subas moderadas pero con volúmenes pequeños que no mueven la aguja en el indicador.
Para este martes, miércoles y jueves e espera un importante volumen de oferta en los tres centros de remates de Australia, más de 61 mil fardos, lo que no genera expectativa de mejoras de precios. Sería la oferta más voluminosa en dos años y medio, desde febrero de 2020.
La actividad de esta semana será la última previo al receso de tres semanas hasta agosto.