El precio del novillo gordo en Brasil se mantiene en el eje de los US$ 3,50 desde la última semana de febrero, cuando fue suspendida la exportación de carne a China por un caso de vaca loca atípico. Esta semana la cotización de la hacienda subió tres reales por la reducción de la oferta, ya que los productores tienen forraje suficiente para mantener el ganado.
La paralización de los embarques a su principal mercado continúa. Este jueves cumple un mes y alrededor de US$ 500 millones en pérdidas, según estimaciones de la industria. La cadena cárnica brasileña sigue pendiente de que las autoridades chinas autoricen la reapertura del comercio de carne entre los dos países. Una delegación encabezada por el ministro de Agricultura Carlos Fávaro, funcionarios brasileños y numerosos empresarios llegó este miércoles a China, previo a la visita que el presidente Lula Da Silva hará a Xi Jinping la semana próxima.
Se especula que este será el escenario del anuncio de la reanudación de la exportación de carne. Además, en la agenda brasileña figura la solicitud de que China autorice nuevas plantas frigoríficas para exportar a China, ampliando una lista que no se ha movido desde 2019. También buscarán negociar la aceptación de certificaciones electrónicas para agilizar trámites de exportación.
De los 102 representantes empresariales del agro que integran la delegación brasileña a China 64 son de la industria cárnica, entre ellos ocho de JBS –incluyendo a los hermanos Joesley y Wesley Batista-, seis de Marfrig y uno de Minerva.