La compañía brasileña JBS reanudó las operaciones de la unidad de Friboi en Diamantino, Mato Grosso, la mayor planta frigorífica de América Latina, luego del incendio que la destruyó parcialmente el 11 de junio. Fue necesaria una inversión de 800 millones de reales, alrededor de US$ 160 millones.
La unidad de Friboi en Diamantino forma parte de la estrategia de crecimiento de JBS, líder mundial en el procesamiento de carne bovina, en el mercado nacional e internacional y contará con equipos de última tecnología tras la reconstrucción.
Según informó la compañía en un comunicado de prensa, su capacidad instalada de 3.600 cabezas de ganado por día la hace la planta más grande bovina de América Latina, y emplea a 3.000 colaboradores que trabajan en dos turnos.
El incendio, que no dejó víctimas, se originó en el área de almacenamiento de la planta y se extendió a otras secciones, dañando equipos y estructuras.
Mientras se restablece el total de la operación, la planta tendrá una capacidad inicial de 600 cabezas de ganado por día, pero llegará a 1.800 en las próximas semanas y contará con el apoyo de dos plantas de Friboi, una en Barra do Garças (estado de Mato Grosso) y otra en Campo Grande (estado de Mato Grosso do Sul).
La planta contará con equipos de última generación para cortes de carne empacados al vacío y congelados, y se preparará para cumplir con los requisitos de mercados internacionales, incluido el halal, que exige un ritual específico de sacrificio de los animales para los países musulmanes.
«La planta de Diamantino está siendo equipada con la automatización más moderna y la tecnología más alta para el procesamiento y congelación de carne bovina, con foco en productos de valor agregado y productos porcionados», afirmó el presidente de Friboi, Renato Costa.