Los precios de la lana Merino y cruzas finas “parecen estar atravesando el punto más bajo de un ciclo de precios”, sostiene la consultora Mecardo, “por las débiles condiciones económicas en Europa y China en particular”.
En Australia el Indicador de Mercados del Este (IME) cumple un año con escasas variaciones en el eje de US$ 7,50 por kilo base limpia, el menor valor en años.
Esta semana cerró en US$ 7,53 con un avance de 0,4% respecto a la semana anterior por cuenta del tipo de cambio que con un dólar australiano fortalecido contrasta con la baja de 0,7% para el indicador en moneda local.
La presión del aumento de la oferta frenó “un mayor impulso alcista en los precios”, consideró Australian Wool Intelligence (AWI) lo que se reflejó en que 8,2% de los más de 41 mil fardos ofrecidos quedaron sin vender, por encima del promedio de la temporada.
En dólares las referencias bajaron en varios diámetros, principalmente 1,5% para las lanas de 17,5 micras y 2,1% en las de 28 micras.
El mercado local registra operaciones en todo el espectro de diámetros, con precios que no conforman a los productores, pero demanda algo más activa.
Alfredo Fros, presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) dijo esta semana que “hay mercado” y se está descomprimiendo el sector con una demanda mayor por lanas que estaban más trabadas y productores que han convalidado los valores.
“Se puede vender, están saliendo 9 o 10 millones de kilos más; la preocupación es por la demanda y los precios de lana fina y superfina, donde el destino de Uruguay era Europa y Alemania particularmente, que está sufriendo problemas ajenos a la lana pero que le pegan con un consumo reducido”.
La industria europea está “un poquito más activa” y se fueron consumiendo stocks de la zafra pasada.
En Australia el flojo desempeño de los mercados europeos en febrero, tradicionalmente un mes de gran volumen de suministro de lanas superfinas, coincide con dificultades de calidad de las lanas de este espectro que han afectado su colocación y valores.
Los analistas del mercado australiano consideran que las señales de demanda siguen siendo débiles en los principales mercados de consumo y que las repercusiones de las inminentes guerras arancelarias están generando incertidumbre, con un panorama que cambia a diario.
“El resultado probable es que seguiremos viendo un mantenimiento del rango de los negocios en el corto y mediano plazo”, estima el consultor Mike Avery, “y las posiciones a futuro se mantendrán bajo un control conservador”.