Por Eduardo Blasina
La caída de la soja sigue, la Reserva Federal se mostró ayer más restrictiva y los fondos siguen saliendo de aceites y granos. Mientras el precio de exportación de la carne vacuna uruguaya superó los US$ 4.600 algo que solo ha sucedido cuatro veces en la historia. Mucha gente se ha arriesgado a expandir áreas agrícolas arrendando, con insumos caros y sin cubrirse en precio de los granos.
Mientras, Argentina saldrá a exportar nuevamente pero con limitaciones y la intervención estatal que genera incertidumbre. Brasil se sigue encareciendo. Este miércoles el dólar llegó a perforar los 5 reales aunque volvió a cerrar en 5,05 reales. La oferta brasileña restringida, el maíz tiene que ser importado y con los actuales precios de fletes muy caro.
En Uruguay la faena sigue despegada de lo previsto, casi 30% por encima de la del año pasado. Nadie especula todos venden y la oferta del segundo semestre será limitada. No solamente las relaciones de reposición son favorables a los invernadores. El ternero en Plaza Rural congelado en US$ 2,27 con el novillo gordo a cuatro dólares por kilo de carcasa y 55% de rendimiento da exactos US$ 2,20 y una relación de reposición de apenas 1,03.
Claro que todo sigue dependiendo de China, pero con el novillo en Brasil a US$ 4,20 por kilo de carcasa y Argentina a media máquina, la ganadería luce ahora más firme que la agricultura. Y la baja de la soja nadie sabe donde termina.
Quien haya mantenido sus praderas y su sistema ganadero/agrícola andando está siendo respaldado, quienes modificaron su lógica para volver a una agricultura cara tienen un buen riesgo por delante.