La situación macroeconómica y las condiciones geopolíticas pesan mucho sobre los consumidores de todo el mundo, con las presiones del costo de vida como prioridad, indicó un analista australiano.
“La influencia predominante en el futuro estará del lado de la oferta; los fardos vendidos este año son 19% menos que un año atrás” destacó AWI.
Es que el Comité Australiano de Pronósticos de Producción de Lana proyectó esta semana que en 2024/25 el país producirá 279,4 millones de kilogramos de lana y esquilará 63,2 millones de ovejas, la cifra más baja desde 1903, cuando el rebaño nacional era de 54 millones.
Son 6 millones de kilos menos respecto a lo pronosticado en agosto de este año y un volumen 12% inferior al del año 2023/24. Las tendencias actuales están siendo impulsadas por decisiones de rentabilidad de los agricultores, y la lana está en desventaja.
La faena ovina de julio a setiembre de 2024 aumentó en Australia un 28% en comparación con el mismo período en 2023 y es un 66% superior al promedio de cinco años de julio a setiembre.
Adam Dawes, gerente general de WoolProducers Australia, dijo que existe “una necesidad imperiosa de considerar una reestructuración completa de la industria, no solo una revisión de las prioridades de innovación en lana australiana”.