Momento complejo para la industria frigorífica uruguaya. Fuera de micrófonos muchos ven que la situación externa y el mercado doméstico no permiten pagar los actuales precios del ganado. Pero la restricción de la oferta es aguda y fuera de fronteras el desfasaje cambiario con Brasil y con el dólar paralelo de Argentina es muy grande. Eso lleva a una gradual reducción de la participación de Uruguay en China, que supo ser un tercio y ahora es 10%.
Pero al mismo tiempo irrumpen los mercados de América del Norte, con sus interrupciones en la faena y su récord de precios de la carne mayorista con compras de pánico y trabajadores en pánico.
La industria de todos modos facturará US$ 100 millones menos en el cuatrimestre que el año pasado, tendrá una competencia mucho más dura en el mercado interno, que tiene récord de carne importada de Brasil. Al menos este martes bajó el dólar en el país norteño desde las cúspides en que se encontraba.
La combinación de baja oferta, depreciación brasileña, cierre euroipeo plantean un panorama tremendamente difícil para las industrias locales.
Este lunes se empezó a conversar de financiamiento entre INAC y el BROU. Mientras transcurre una zafra de terneros abundante y con precios firmes, que puede ser recibidos dentro de dos años por un mercado industrial concentrado o por un mercado competitivo si las empresas de menor porte logran cruzar estos meses de poca oferta, mercados a la defensiva pandémica.
Las bolsas suben, la esperanza de medicamentos y vacunas crecio esta semana. Una carrera contra el tiempo, detrás de un precio del novillo estable casi un dólar por encima de lo que se paga en los países vecinos.