El trigo argentino de alto rendimiento y resistente a la sequía está pronto. Pero el comprador clave potencialmente del cereal no está por ahora convencido. La idea del trigo transgénico vendido comercialmente a los molinos brasileños no tuvo la luz verde por parte de la gremial moliera de Brasil.
Los molineros de harina nacionales brasileños amenazan con dejar de comprar trigo de Argentina si Brasil aprueba comercialmente las importaciones de trigo transgénico del país vecino, dijo el lunes Rubens Barbosa, director de la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo).
Los molineros locales están en contra del procesamiento de trigo transgénico proveniente de Argentina o de cualquier lugar, comunicó este lunes Abitrigo, y ese sentimiento es compartido por grupos que representan a los panaderos y otras empresas que utilizan el trigo para fabricar productos como pan y galletas, informó este lunes Reuters.
La agencia brasileña de bioseguridad CTNBio está evaluando una solicitud para aprobar la venta en Brasil de trigo genéticamente modificado producido en Argentina, y la próxima semana se podría tomar una decisión al respecto.
La empresa argentina Bioceres SA desarrolló un trigo que ha sido modificado genéticamente para resistir la sequía en base a genes de girasol. También resiste al glufosinato de amonio, un herbicida. Ahora se estima que se están plantando en 55.000 hectáreas, según divulgaciones públicas que menciona Reuters.
Si bien Argentina aprobó el trigo transgénico HB4 de Bioceres, su venta dentro del país y sus exportaciones dependerán de que Brasil otorgue la autorización de importación.
«No hay país en el mundo que acepte la importación de trigo transgénico», dijo Barbosa un integrante de Abitrigo. «No queremos ser los conejillos de indias».
Alrededor del 80% de las importaciones de trigo de Brasil provienen de Argentina, y el país podría aumentar las importaciones de trigo no transgénico de Uruguay, Paraguay y también comprarlo a Estados Unidos, Canadá y Rusia para evitar el trigo transgénico de Argentina si es necesario, dijo Barbosa.
Desde la aprobación de HB4 en octubre de 2020, las principales asociaciones de agricultores de Argentina, así como las cámaras de intercambio y almacenamiento de granos y harina, han expresado su oposición a la aprobación del trigo transgénico, al menos hasta que los compradores de Brasil no lo acepten.